a, el sol de La Rioja se
l olor a madera vieja y a tierra húmed
frío que no venía de la m
cuerpo diminuto y peludo, ladrando
abía sido mío, sonriendo mientras el veterinario me po
o, celebrando con una copa de nuestro mejor reserva. A su la
odo por la herencia, por la bodega que
mis manos, no las p
i piel, no el pelaje
rena
ía de mi compromiso, el
en la puerta me s
rta? Te he traído un
Mateo, falsa
de él, Javier, mi prometido, con esa mirada de
o blanco, un Bichón Frisé de un color m
ta. Para celebrar tu
achorro, sin saber que el alma de Carmen ya estab
stro no mostró
o qui
onrisa de Mateo se congeló.
recioso, Sofía. Sie
, mirándolo directamente a los
r el pánico cruzar sus ojos
ó rápidamente, f
. Bueno, no te preocupes. Lo dejaremos en la casa por
o al cachorro
Necesitaban que yo aceptara al perro, que aceptara e
ego, pero esta vez, y