guiente, un ca
alón personal
strozados, el relleno esparcido
r estaba en
a donde guardaba mi tesoro más p
tellas de la cosecha personal de mi abuelo, un leg
rmen, me miró con sus peque
ría gritado, habría llor
vez,
o que el perro dejara de orinar
te hacia el teléfon
Sofía. Tengo un cachorro que necesita... disciplina. Dicen que es
zó a temblar
ntraron, atraídos por el ruido. Vieron
tó Mateo, corriendo a reco
solo un cachorro
teléfono y
un legado familiar," dije con ca
enso!" chilló Mateo, acunando
a tocar algo mío. Quizás el criadero no es suficiente
sus rostros e
rcándose a mí. "Sofía, para ya. Es so
prar," respondí. "Y esta e
comunicación silenciosa llena de mied
hé mi v
ma es esta boda," dije, mirando a Javier. "Estoy empezando a pens
Javier se p
itaba la dote de mi familia, necesitaba el prestigio de nu
ambiando de la acusación al pánico. "Hablaremos
mente, todavía abrazand
s de él. No volverá a mo
interio
rocedido.
ese perro se queda fuera de mis habitacio