fue una amenaza vacía. Fue un plan de acción
WhatsApp, sino en Facebook, en Instagram, en TikTok. Alguien lo había editado con música de circo
orr
se lo m
alguien la pus
lla. Igual que su he
ué el teléfono, pero era demasi
. Era diseñadora gráfica en una pequeña agencia de
dejaba de hablar cuando yo pasaba. Mis compañeros me evitaba
video? Qué
hermano está en la cárcel
el señor Ramírez, m
mirarme a los ojos. Su escrit
go se hiz
ción... es muy desafortunada. Hemos recibido correos electrónicos. Llamadas. Clientes que han visto
ctima aquí," le supliqué. "
no no mostraba ninguna empatía. "Pero no puedo arriesgar mi negoci
perdido mi dignidad, mi relación, mis amigos... ahora también
a con mis cosas, sintiendo las mira
uejado del "drama" y que prefería que buscara otro lugar para vivir. Mi tarjeta de crédito
teléfono seguía siendo un arma de tortura. Mensajes, memes, amenazas. Era u
úmero en mi teléfono bloqueado y lo llamé. Nec
bre, como si estuviera
usurro. "Por favor. Para. Ya ganaste
de la línea. Podía oír su resp
el peso de la vergüenza. Quiero que cada vez que cierres los ojos, veas mi cara y recuerdes lo estúpida que
ó las palabras que finalmente ro
. Y cuando llegues a ese punto, entonce
lg
oso. La habitación comenzó a dar vueltas. La última chispa de esperanza dentro de mí se extinguió, dejando solo