Siempre hay un roto para un descosido

egura de lo qu

hagamos de noche, así él no se dará

y tu em

eores momentos por culpa de ese hombre y no q

ue por segunda vez en la vid

erdaderos idiotas, pero el hombre que le había

e una vez que la tuvo en su país no ha hecho más que maltratarla, go

ntes toqueteos y palabras sucias incrementaron con el tiempo. Hasta aquel día, en que po

sfixiada, su cuerpo estaba

n en mis senos y su aliento podrido me rozaba la nariz, traté de grita

ría hacer, pues yo no fui capaz de defenderme ni de decir

edo.-dije a pen

emos ser fuertes. Al otro lado, él n

onsiguió unas pastillas para dormir al desgraciado de mi padrastro. El hombre era como un tanque, grande y pesado, lleno de tatuajes y según algunos metido en negocios turbios, pero cuando llegamos a México nadie nos dijo nada, fue una tarde de primavera cuando empe

os demás. Había dejado la escuela en mi país para seguir a mi única familia y, por desgracia, vivía encerrada en estas cuatro

su embarazo ya fue más notorio el hombre la desechó, trajo a sus amiguitas a esta casa y delante de el

mbre era una bestia y quería que todo reluciera en su hogar, "que para es

uve hasta mis dieciséis, en ese maldito verano donde el mexicano vino de turista y mi madre cayó a sus pies como una vil enamorada. La convenció de venderlo todo y que nos fuéramos con él y

itación, cuando escuché el

? - me dijo en un susurro

es

s va

de la casa de ese animal, afuera nos esperaba Meche, la ve

podrán reunirse con Miguel y pagarle, es el mejor coy

sin ti. Me faltará vida para pagar

a. Cuida mucho de tu mamá mi niña- me dice tomando mis manos y luego ac

ecto, ella era nuestro angelito de la guarda en este pueblo infe

cuerda, cuida bien de tu mamá y de tu hermanita

da, se lo