a desesperación, un olor que se me había pegado al
s, su vestido rojo, un torbellino de pasión, era el mismo diseño que ella me había
me de agresión con la complicidad de su padre, mi propio tío Ricar
gado de odio, preguntándome por qué una injustic
ntigua habitación, un año antes, el día exacto en que mi vida se fue al infie