enía una mirada penetrante y esa sonrisa coqueta y cautivadora que sin duda alguna podía tener a la mujer que quisiera, ella quería ser una mujer para él, sería sólo una vez, sería sólo esa vez, su he
quería impre
o la oportunidad, le dijo desde la puerta que lo invitará a la cena y así
mportante y quería que fuera él <
sus sentidos estaba de pie en su puerta; aún con su vestido blanco y esos tacones que le regalaba
movimiento la tomó por la cintura y la acercó a él besando sus labios. – me vas a dejar pasar? – preguntó ella, él movió la cabeza negando y ella lo vio algo intrigada. – ¿dónde supone tu hermano que estás? – ind
so sus labios sobre los de él, Jhon soltó el agarre y se hizo a un lado abriendo más la puerta y dando paso para que ella ingresara. – no te preocupes, no estaré cuando despiertes – dijo Yul
debo hacer, que va a pasar, quien soy, Dios mi cuerpo está fuera de control. >> pens
mecerse cuando sus manos llegaron a su destino, magreo sus glúteos y pasó su mano de manera muy sutil en su sexo sintiendo la humedad en su panti, ella rompió el beso cuando sintió aquella íntima caricia y se sonrojó bajando la cara mirada avergonzada sabiendo cuán mojada estaba y que él lo había descubierto, él tomó su mentón y subió su rostro buscando sus hermosos ojos marrones, - ¿éstas bie
s viajaban en cada milímetro de su piel, aún tenía la ventaja de sus tacones que le permitían recibir esos besos con más comodidad, ya que el Medía 1.80, Jhon bajó dando besos tiernos en su cuello mientras desabrochaba su brasier y acariciaba sus senos, besaba y acariciaba con su lengua los pezones, haciendo palpitar su vagina de deseo, en un repentino movimiento él la tomó en sus brazos cual princesa y la llevó a la cama, allí le quitó los zapatos dando besos en sus piernas mientras subía, subió hasta llegar a su sexo, ella se estremeció y lanzó un sonido de excitación e instintivamente tapó su boca con sus manos, él tomó sus manos y las retiró, - quiero esc
tras introducía su lengua simulando la penetración, el veía como se estremecía de placer, su lengua jugó con su clítoris mientras acariciaba con sus manos sus glúteo y agarraba sus caderas para que no se zafara de su boca con sus movimientos; ella pud
onrisa de satisfacción – sabes delicioso, jamás olvidaré tu sabor – dijo Jhon besándola de nuevo, ella rompió el beso buscando sus brazos y él se acostó junto a ella
juego erótico, la cubrió con las sábanas y despacio se introdujo en ellas, empezó a besar sus senos y chupo cada pezón haciendo que cada una de sus acciones hicieran eco en su vagina, bajó haciendo un camino de besos hasta su Clítoris, donde se detuvo jugar con su lengua e introduciendo simulando de nuevo la penetración y dándole de nuevo el más placentero orgasmo que ella pudiera disfruta
ojos verdes y cuerpo perfecto; después de disfrutar esa
que ya estaba por lo que había ocurrido, sería aún más vergonzoso tener que explicar su presencia en esa habitación, además después de haberle dicho que no estaría ahí cuando el despertará, no quería que él sintiera que ella lo presionaba de algu
ese placer nuevo para ella y verla sonrojada por la vergüenza de sus propios deseos, mientras se vestía no podía creer como había aguantado aquella tentación <
respondió su te
l y no vienes a casa – su madre le
a un relax, éste relax no lo puedo ni lo pienso llevar a tu casa, entonces aclarado el pu
¿vendr
é cuándo regrese, sabes que debo dejar las cosas
ue te amo
a tener que decirlo mas
cada cuanto quiere
eso depende de c
s, pudo ver un pequeño encaje, frunciendo el ceño con curiosidad, lo tomó y descubriendo que era el pa
preguntaron al otr
spero recordar llamarla
as mamá? - Se escuchó
– respond
cuando llegues para saber que llegaste bien. Adiós. – te