26 años, 1.60 de estatura contando los tacones, cabello ondulado que no parecía natural, delgada con una falda negra entubada que hacía ver un trasero bien tonificado, una blusa blanca que deja
gnando su cama con su aroma, después de tanto tiempo no quiso buscarla pero tampoco quería olvidarla. UNAS CUANTAS ASISTENTES DESPUÉS... Carlos estaba en la tarea de buscar una nueva asistente para Jhon, recordó la posibilidad de ubicar en aquel puesto a Yulieth, - ¿Richard, crees que esta niña esté lista para el puesto? – pregunto por teléfono a su amigo – ¿de quién estamos hablando y de qué puesto estamos hablando? – respondió Richard al otro lado de la línea – de Yulieth, la niña de archivo, la hermana de Luis, es que ya no tengo opciones y no quiero traer niñas de afuera para traumarlas. – dijo Carlos – Richard respiró profundo, ya Yulieth tenía la mayoría de edad, había trabajado en un área donde había tenido que lidiar con todos los departamentos y en épocas de auditoría había tenido que trabajar bajo presión – puede ser. Habla con ella a ver si acepta y dale. – dijo Richard pasando su mano por la cabeza. Ella empezaría la semana siguiente. Yulieth fue llamada por su amiga Thamara a la oficina de su jefe, - hola, ¿tu jefe está? – preguntó a su amiga cuando llegó a la oficina de Carlos, - si, pasa, te esta esperando – dijo Thamara con esa sonrisa que no abandonaba. – Yulieth, dime que has pensado en mí, - dijo Carlos a Yulieth con una sonrisa mientras le indicaba con la mano que se sentará frente al su escritorio, ella abrió como platos sus ojos – no importa, te tengo una propuesta, tres veces el sueldo que tienes ahora, más las prestaciones, más seguro, más ropa en caso de ser necesario cuando tengas que asistir a eventos, hasta chófer vas a tener. – dijo Carlos casi sin tomar aire – creo que nos estamos confundiendo señor, todo eso solo implica una propuesta para la que después de golpearlo sólo le cabe una demanda. – respondió ella levantándose de su silla indignada – lo siento señorita, no es lo que piensa, no me malinterprete, es para el puesto al que había sido llamada hace un tiempo, para asistente personal del dueño del letrero. Mir
que traigas tus pantis >> pensaba Jhon mirándola con deseo. – Yulieth Mendoza Vargas – dijo ella extendiendo su mano para presentarse <