img La jugada más cruel del negociador  /  Capítulo 3 | 13.64%
Instalar App
Historia

Capítulo 3

Palabras:1028    |    Actualizado en: 29/08/2025

ote al atardecer, el cielo pintado en tonos de naranja y rosa.

obre una rodilla. Sostenía una cajita

bajo es ser imparcial, nunca permitir que las emociones nublen mi juicio. Pero con

legante, que atrapaba los últimos rayos del sol. Me s

te protegeré

entonces, diciendo lo que necesitaba para cerra

La fiebre estaba peor. Mi cuerpo dolía y la garga

dose contra la pared. Harrison estaba en el umbral, r

mío, Ava, lo

ñecas. Le temblaban las manos. "Me entretuve. Brooke

nte de disculpas y excusas que no significaban nada. Luego me c

r, no me dejes", repetía una y

éptico se había vuelto el telón de fondo de mi vida. Estaba atrap

a ladeada. Incluso dormido parecía un héroe, con su

ojos. Al verme despierta, se pre

tás desp

ento brusco me atravesó el costado con

ena de preocupación, intentando

notazo. El sonido resonó e

nos de un dolor que casi parecía real. "Adelante", d

. "Por favor, Ava. Haz lo que tengas que

lana. Estaba demasiado cansada para en

o. "Tuvo un ataque de pánico. Un episodio de estrés postraumátic

que evitaba mirarme directamente. Ha

había dejado en mis muñecas. Eran de un púrpura feo y

n un susurro. "¿Por qué desaparec

ió con veneno en la voz. "Está intentando s

ella. A cualquier

ole la espalda. "Necesito d

ió con terquedad. "Me voy

ba con su atención, un intento desesperado y empalagoso de compensar su crueldad.

susurrando con urgencia al teléfono. "Te llamo

nto me atravesó con un dolor helado. Un

e a nuestra casa. Brooke Shelton, frágil y hermosa, baj

"Brooke no se siente bien", explicó, evitando mi mirada. "Es una cortes

una expresión fugaz de culpa. Pero cuando Brooke abrió la puerta, su rostro cambió. La

ejó sin aliento. Esa era mi vida. Ver al homb

en un yate privado. "Solo los dos", p

ra, pero acepté, pues es

areció en nuestra puerta. Vestía un deslumbr

ro juguetón. "Mi coche no arranca. ¿Van a s

voz suave como la seda. "Justo íbamos a s

la tercera rueda invis

a?", preguntó Brooke, lanzándom

z, una mueca vacía.

era más que un relleno. Un obstáculo. Un accesorio e

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY