parpadeaban los mensajes de
realmente entre tú y Owen?
: tu belleza y ese cuerpo. Necesitas asegurar tu futuro, querida. Haz qu
ti, tener un hijo suyo significa que no te irás con
se atrevía a mirar a Owen a los ojos, con el corazón martillándole en el
ro que todo lo ocurrido la noche ant
virtudes, pero para hundir a su
llevar un hijo mío?", preguntó
nstinto. Al bajar la vista y ver que eran píldoras anticoncepti
industria de los videojuegos. Con tan solo veintiún años, tomó las
quero experto de nivel ocho y, además, era capaz de pilotar aviones y explorar las profundidades del mar. Para el mundo
nte, aparentemente sin nada que aportar al brillante mundo de Owen. Lo único que ella podía
tu podrida familia necesitan despertar de una vez!", declaró Owen, con
o que encarnara las mejores cualidades de Owen. Fuera niño o niña, creía que sería un testimoni
e Owen, ese sueño se hizo añicos, revelá
fundible; sus palabras habían dejado claro qu
el peso le parecía abrumador, como si cada píldora f
ra, consciente de que con ella se desvanecía cualquier
netrante de su esposo se clavaba en ella
a a anidar en su alma. Los ojos se le llenaron de lágrimas y la nariz le ardió con la
o seguro de que se había tragado la píldora. "Sube al auto. Vamos al hospital, y est
fuerza mientras una mezcla de rabia e
.
ad y excelencia, con instalaciones impecables que contra
llegaron, dejándola en manos de un médico que pare
rridizas que siempre complicaban el procedimiento. Su ansiedad se disparó mientras el médi
do y descuidado, llevando a Arabella al límite mien
e, resopló: "Señorita Butcher, ¡qué delicada es usted! ¿Tanto drama por una simple aguja? Piense en
dando atención según la posición social de los pacientes. Estaban bien informados
as apenas disimuladas. Más de una vez, bajo el pretexto de tener dificultades para encont
u sufrimiento, Arabella soportaba esas h
cción de sangre, Arabella fue dir
do por la rendija de la puerta. Allí, vio a Owen sentado junto a la cama d
osa certeza la golpeó: Ow
abía dedicado más tiempo y corazón a esa ha
por sus donaciones de sangre para Aria, O
sacrificara, la mirada de su esp
a parecía reducida a servir únicamente como donante para Aria, un
spectadora de su propia vida. La envidia y la tristeza se mezclaban en ella mientras observaba la
ez fantasmal, como una figura ser
a luz: inquieta, vibrante y llena
s, había permanecido confinada a esa quietud, una trágica sombra de lo q
rabella con todas sus fuerzas, pero el peso de su propia culpa lo aplastaba aún más. De
ato dorado, finamente graba
ria y el suyo. Al despertar en el hospital, lo había encontrado aferrado con fue
ien de vital importancia, con una tarea urgente que cumplir. Sin embargo, todos a quienes preguntó le c
abían sido inseparables, unidos
en había planeado confesarle sus sentimientos a Aria en el momento perf
le escapaba a Owen. ¿Por qué había elegido tal objeto
s añicos por una serie de gol
zclaba profesionalismo y preocupación, "hemos terminado el análisis. Los resultados de la señorita Butcher indican que está ligeram
de Owen, teñida de urgencia
n cierta vacilación. "Hizo toda un
a donde Aria descansaba y su expresión se suavizó, con un deste