ela
el. Mantuve mi rostro como una máscara plácida, mi postur
ajo un globo de Cantoya. Sofía aplaudió encantada.
cerca de la otra. "Deseo", dijo Sofía, su voz resonando en la
, Javi", susurró. Los invitados a su alrededor co
o, un atisbo de conflicto en sus profundidades. Pero la presión de l
ionó sus labios c
ento. Un beso que hablaba de años de anhelo reprimido. Vi
grabada en mi mente, y comencé a caminar
, Isabela?", una voz
mujeres que apenas conocía, me habían
dia, con una mueca de desprecio. "¿No captas la indir
o", agregó otra. "No haga
asar junto a ellas, per
res mejor que nosotras? Javier solía escribirle poesía a Sofía. Voló a París por
adas a ser dagas, pero mi c
ó Claudia, su rostro cerca d
la derramó sobre mi cabeza. El líquido frío corrió por mi cara y empapó el frente de mi vestido. Luego, unas
ojaron
eraba. Mi pesado vestido me arrastró hacia abajo, enredándose en mis piernas c
jos estaban muy abiertos por la alarma. Comenzó a correr hacia mí. Por un
"¡Javi! ¡Ayuda! ¡Me
dose la pierna, su rostro una máscara de dolor. Era
de mí, ahogándome en el lago,
lo un i
a espalda y co
obre mi cabeza fue la imagen de Javier levantando a Sofía
sas nasales. Una enfermera me dijo que uno de los guardias de la hacienda me
aspecto incómodo. Dijo que se alegraba de que estuviera bien y que tenía qu
Sofía vino a verme. Trajo
ocencia y preocupación. "Claudia y las demás me dijeron que solo fue una
aron a casi mat
s por eso", dij
"Entonces, cuéntame más sobre tu nuevo prome
es",
vez, se peleó a puñetazos con otro tipo solo por mirarme demasiado tiempo. Ama con t
sabía. Javier era capaz de un amor profundo y ab
ndose pensativa. "Javi se niega a hablar de ello. Dice que es demasiado tra
nosotras. Esta era mi oportunidad de contárs
puerta se abrió de golpe. Javier es
ntrando en la habitación. Me lanzó una mirada, u