que supe que era solo una forma de hacer desaparecer el problema sin admitir culpa. Cuando finalmente me
as pocas cosas que me quedaban. Mientras buscaba la llave a tien
destello de luz blanc
stola taser fue la única advertencia que recibí antes de que la agonía estallara en todo mi cuerpo. Golpe
r, escuché la voz de Damián, fr
ecesita aprender lo que pasa
algo fue arrojado adentro. Docenas de pequeñas
. Tará
salió ningún sonido. Era mi miedo más profundo e ir
nuevo. Sentí que me levantaban
o del saco me arrastró hacia abajo, el agua llenando mis pulmo
arrojaron sobre un suelo fangoso. Me arrancaron el saco de
ospital. Un pabe
obre mí, su expresión una mez
o paga para mañana, tendremos
protesta, y me dirigí a la oficina de facturación.
n y D
tado patético: la bata de hospital rota, los moretones frescos floreciendo
, frunciendo el ceñ
ardiendo con un odio tan pu
-dijo Adrián, gesticulando entre
a sonrisa encant
-dijo, extend
e histérico que era más sollozo que alegría. L
Y mantente alejada de Sofía.
nfermera asomó la cabeza de
? La señorita Núñez
, corriendo al lado de S
icina de administración militar, formalizan
le del AICM en dos horas.
í a mi habitación. No fui a
uerto. Mientras el avión despegaba de la pista, dejando las luces de la ciudad parpad
nte era