s nunca du
or Garza era un pilar de la economía de la Ciudad de México. Su empresa, "Nexo", era un titán. Un arrest
ación de poder, el tipo de jugada por la que mi prop
mergía. Ni siquiera me miró. Su atención estaba completamente en Cynthia, que se secaba los ojos secos con un pañuelo
giendo a su princesa del
ía a un multimillonario mimando a su hermosa novia. Yo veía al hombre que compartía mi
icó. Ya no era solo una ausencia de
texto al jefe de gabinete de mi padre. Contení
El Senador va en camino a la ma
sulto a toda la familia. Esto ya no se trataba de
ostro pálido de furia. Sus padres, Ricardo y Leonor Garza, estaban sentados rígidamente en un sofá de brocado de seda, sus expresiones
baja pero llevaba el peso de la autoridad generacional. "Presumiste a esa... a
su padre". En su mundo, la alianza lo era todo. Héctor, su propio
sido simpatía, pero que era más probablemente un cálculo pragmático. "Alejandra,
endo con una luz furiosa y odiosa. Lo sabía. Sabí
siseó en voz baja, para
ulparás con Alejandra. Y terminarás este sórdid
mo. Ella no es como esta... esta reina de hielo que todos
del 'amor' cuando la reputación de la familia está en juego". Señaló con un dedo tembl
re, pero la amenaza de ser desheredado, de perder el apellido Garza que le hab
una palabra. Simplemente me agarró del brazo, sus dedos clav
uñó, empujándome al asiento del copilot
áticos chirriando mientras se alejaba de la acera. El coche voló por las sinu
la esposa traicionada, llamar a tu poderoso padre para que me pusiera en mi lugar. Te
recorriéndome. Mi mano fue a mi estómago. *Por favor, quéda
rfecta. Tan serena. Siempre con tus aburridos trajes negros, mirando a tod
? Vida. Pasión. Cuando me toca, siento algo. Cuando tú me tocas... es como si me estuvi
antidad de dolor. Estaba describiendo mi amor, el afecto profundo y desesperado que
apenas había reconocido, la forma en que había practicado sonreír en el espejo para parecer la es
ó su teléfono. La pantall
n B
zón se
stante. La rabia se desvaneció, reempl
¿Qué
fono, era un sollozo teatral. "Hecty... f
escuchado en la suite del hotel. "Ya voy. Estoy en cami
he con un chirrido en un tramo oscuro y desierto de la carretera
voz plana y desprov
Qué? Héctor, estamos
de seguridad con un tirón vicioso y se inclinó sobre mí, abriendo la puerta del copiloto de un
salir del coche, sujetándomenuevo, el sonido reson
jas del Maybach desaparecieron en una curva, dejánd
a. Absoluta y
mecidos por el frío mientras intentaba llamar a un coche
ó y se apagó. La ba