e vista
as del sedán eran mi e
de la Clínica Privada San Jud
da para curar a sicarios que no podían entrar a una
no se usaba par
abrían las pue
salió
alógenas de la entrada, su silueta recor
a rad
, no desde el día en que firmó la escritur
él camin
a mano descansando protect
ba, pero el gesto
plantada en ti
e volvió
ó a subir al co
rrod
í en el
a los concejales de la ciudad en sus trajes a medida, s
ola con una expresió
vés del cristal pero visible en la form
tó la res
idelidad lo q
Braulio ten
omo parte del impues
a ter
bía arrodil
o con esa esperanza
su fo
ra su
en mi regazo, ro
hacia
Ke
esto que
simplemente sintió mi presencia como u
aje era
er un hijo. No esperes despier
luz de fondo se apagó, sumergi
uía estab
go era
l redil y elevado a la ama
amente en el único lugar
llo
como lechos de río resecos, abandona
use el coche en
ui a
de entrega clandestino detrá
sudadera gris espe
me
na pequeña hielera ai
quete
un sobre c
finca con la hielera en
igeramente co
suero que Iván
eto de
icidio, escri
ino de entrada
estaba a
a celebrando
cocina y la puse en la
la
saba sobre un lecho de hielo seco, con una n
cía
ía pi
reloj del
ian
había comenzad
mpleaños,
el
taba frío co
ro horas para te
lena Rivas para que Julia Benítez

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