s ant
l brillaba, en el ambiente se sentía u
ura, que vestía de forma casual, con una campera negra el cual llevaba una capucha puesta, pantalón jeans color az
aza estacionado enfrente de una farmacia, el automóvil se
tenía en su poder, las ciudades fronterizas del país, se conocía que se dedicaba al narco tráfico, contrabando y todo lo que podría generar alguna ganancia, no importa cuán ilegal sea, tenía un ejército de guardaespaldas
o recibían mucho dinero, por lo que nunca se le podría arrestar, tenía el dinero sufic
tez pálida, el rostro sudado, su cuerpo empezaba a temblar, tenía una herida en el hombro derecho
ordenes más peligrosas que el jefe mandaba, era de pocas palabras, mu
icaba a eliminar los enemigos que podrían poner en peligro a su jefe. El sr. Cristian, co
se oye la voz ronca, del hom
udad, te llevare a un hospital privado de
ras desangrado, en este auto, seria un desp
arcástica en el rostro, r
un amigo. Él me cuidara
na confianza e
esitas que te lleve en algún l
o dile a
asunto; respondió co
l auto seguía