sa, pero sus palabras se
un vistazo primero", propuso Soren mientras sacaba
tivo en servicio militar. Había entrevistado a mucha gente con perfiles idénticos. El documento pare
asionalmente. No tengo
rar la tarjeta. Sabía que con su estatus, no l
er pero no se le había ocurrido hacerle una proposición hasta que, justo ahora, vio sus lágrimas. Tenía claro que ella y su prometido no estaban perdidamente enamora
eza para sus ojos. Estas palabras habían surgido durante una entrevista que había realizado Elsa tiemp
a aceptar la propuesta de aquel hombre. Despué
lo colocó sobre la mesa: "Aquí están las bebidas
azúcar y preguntó: "¿Paque
dio
beradamente para halagarla, a la luz de su propuesta. Sin embargo, por la tranquila concentración que mostraba su rostro daba la imp
n, no tengo prisa. Tómate tu
mis posibilidades de tener un hijo son menores que las de la gente común. Siempre estoy ocupada con el trabajo y, a veces, pu
ue ella estaba insinuand
cuada para mí. Es más, todavía es muy pronto para
o: "Lo que estás diciendo es que, con este acuerd
un poco, Soren asi
vamos a hacer ahor
echo que ya se habían acept
¿Puedes quedarte aquí un momento?", in
e echó agua fría en la cara. No había disfrutado de un descanso de calidad en los últimos días, por lo que se sentía constantemente aturdida. Era como si viviera en un estado de som
o. Salió del baño lentamente y vio que Soren todavía estaba en su asiento. Un joven ágil y entusiasta corrió hacia su mesa y colocó una pi
jo a Elsa con voz ronca cuan
ientemente su rostro cu
nos un m
everencia, se dio la vuelta y corrió para
ocumentos para el registro de matrimonio. Por lo general, lleva varios d
ligera como un sueño, ella pregunt
ción de la boda esta noche y posp
a en absoluto, así qu
tó él, preocupado cuando
pel y hojeando los documentos. Las páginas estaban totalmente llenas de descripciones y en
compañaré a presentar los trámites cuando te venga bien. Una vez que obtengamos
qué documentación concreta necesitaba así que su madre le había enviado hace dos días el certificado de soltería y el de domicilio, y el director del
apartados del informe correspondientes a relaciones y matrimonios. Ella nunca llegó a leerlos pero, mientras le veía escribir y, a
daba vergüenza preguntarle qué había escrito. Vi
ba esperando atento, mientras se ac
le al jefe que llevaré a
seño
lant
tes en el trabajo, y menos una voz como la de Soren. Era una voz excepcionalmente
reloj de pulsera y dijo: "Primero necesito cambiarme de
todavía llevaba pijama y pantuflas. Todavía en trance, vio cómo se dirigía al ascensor. ¿Cómo les iba a explicar e
társelo a sus amigos primero. Ya se lo d
Elsa se ablandó. Con tono cariñoso, le preguntó:
abajar. No comí gofres", le dijo, con
levó tu madre al hotel?
luego nos encontramos con un hombre en el ascensor, y mamá y yo nos baja
l hotel. '¿A quién encontró para tener que salir corriendo y dejar su teléfono en casa?', se preguntó. Luego consoló
", vitoreó el pequeño
surfista. Había visto su identificación hace un momento y ya tenía treinta años, lo cual era bastante diferente del aspecto adolescente que le da
omo solía abrazarla Greenwood. Sin embargo, esta vez, frente a aquel hombre, a quien apenas conocía, no escapó. Su mano era fuerte y dura y es que,
a eran muy delgados y largos, y su piel era cálida y sedosa al tacto. Y así
bufé libre para los huéspedes del hotel", propus
. Deberías salir y disf
s caían sobre su cuerpo y parecían envolverla en un abrazo cálido y conf
ó con sus largas zancadas. El extraño estado de ánimo que sentía e
o, Soren se detuvo, dio un giro y comenzó a vol
imiento así en un lugar privilegiado. Elsa no podía creer que un hombre como él pudiera ser tan particular c
Sin embargo, aún era demasiado tímida como para decirle a Soren lo que sentía así que luchó por mantenerse despierta y obser
ella no las había visto durante muchos años por eso
Soren, con una voz tan clara que podía es