ías de
móvil. Hoy Derek lo llevaba a
e repente se acordó de algo, y preguntó fríamente a
eocupación: "Todavía no, en el registro del hotel no se puede encontrar nada. Se estima que esa mujer no po
ilación. ¿Cómo que no la han encontrado?
eció enseguida, temi
, acababa de salir de la casa p
estos días le habían entumecido. Ahora en este mundo ya no existían cosas que valoraba, entonces, ¿qué le importaría?
ió su teléfono móvil y leyó el mensaje de texto. Después, levant
a una mesa con la etiqueta del número 6. Marina caminó hacia la posició
a sentado allí seriamente, su rostro era como una obra maestra que no se podía encontrar ningún defecto. A través de su temperament
en la cama de esa noche, la había quitado su primera vez, su virginidad. Estos días, no podía menos que ec
Fede estaba muy emocionado y entusiasmado, mantenía una expresión tranq
en voz baja para asegurarse de qu
llamó su nombre. Este nombre la representab
que estaba enfrente de ella era guapo, le caía bien. Entonces ella respiró hon
ando las siguientes
es casarte conmigo, yo no tengo ningún problema." Al terminar sus palabras,
en las citas a ciegas, normalmente las chicas siempre tenían un montón de preguntas. Per
En cuanto a la pregunta de si le gustaba ella o no, Fede pensaba una y otra vez y sacó la conclusión
staba dispuesta a decir algo más. En una cita a cieg
os conocemos, no tengo nada más que decir. Puedes considerar mi propuesta por unos días y después de decidir, pued
a cual apareciía su número de móvil. Puso la
n paso adelante, Fede la
jada:"¿Has traído tu carnet d
oco. No esperaba que Fede hiciera esta pregunta,
ención al hombre que estaba enfrente, que era un soldado y parecía serio, por lo que se veía muy
registro civil." Marina le contestó con firmeza. Después de decirlo, se sentía mucho más r
luego se dirigió a Marina tiránicamente:"No hace
que ambos decidieron casarse, ya
a y volver a casa con Fede. Pero justamente en este momento, vio casualmen
encia de Marina. Cuando Pedro vio al hombre que estaba
a mirada a la pareja. Cuando vio la cara del hombre, su expres
persona de cita a ciegas de hoy. Mirando la mano del hombre que sostenía el brazo de Marina, María mostraba un poco de desdén hacia ella, pensando que era re
el brazo de María y cami
, sino que se fijaba en los ojos de Fede y le pr