ina a su propio
aba pensando en lo que había ocurrido antes, enton
de la cama, ella no di
leza de aquella noche. No pudo controlar sus emo
lla, bajo la luz, esta m
er, entonces tienes que
ede y levantó la cabeza inmediatamente.
nte, Fede no pudo menos que empujarla
a con toda su fuerza, recordando el dolor
" Fede miraba la cara de ella, dio las palabras l
locado en su cintura, y no pudo evitar estremecerse.
blando, y las lágrimas estaban
n de la mujer debajo de su cuerpo, sintió lástima por ell
a suplicó, y su mente estaba lle
finalmente, controlando su fuerte des
pasmada, las lágrimas
ede solo la abrazó tranquilame
, debían volver
sentado en el sillón principal del salón, y no paraba
ros, Ana Chu, Roberto Ye y su hijo
e primo por fin había encontrado su media naranja, por
o. La mujer que había amado durante t
ede y Marina por el espejo retrovisor, pensando en si e
es se bajaron juntos y se dirigier
us ojos en la mujer del brazo de Fede. Esta mujer
salón, Ana vio claramente la cara de la muj
amente a Marina
omo Pedro era el sobrino de Fede, entonce
timaba que todos sus fam
o, Fede estaba aún enojado. ¿Cómo podía
sus experiencias de observación, esta chica no debería prove
ntenta porque por fin esta mujer no iba a asediar a su
a, luego fijó sus ojos en F
ía decir, entonces se dirigió a Antoni
mó abuelo, le dio una sonrisa y di
emente y asintió con la cabe
Roberto, diciendo, "Ellos son mi prim
na, esta mujer, ¿todavía estaba pensando en su pasado c
gros con quien soñaba tener antes, aho
o y saludó a
ra la ex novia de su hijo. Le mandó una sonrisa a Marina y dijo
Marina y dijo: "Señorita Shen, felicidades por haber conseguido la oportuni
Ana, Pedro, que estaba al la
y dijo " Tu tío se va a casar, ¿
nseguida y agarró la mano de Marina, diciéndole con una voz conmovedora "Mari,
ara declararse, Fede le qui
dijo gritando, este sobrino, si se atreví
ó a su hijo rápidamente y le dijo: "Pedro, ella es
estaba enfadado, ya que Federico Chu tenía el poder absoluto d
sintiendo el dolor mientras arrepi
e no hizo nada para quitar los brazos de Pedro, "¿Puede que el