Lucifer, lleno de incógnitas la seguía, asqueado sintiendo la arena colarse en sus zapatos y dentro de las vendas de su camis
est
enerarle mil escenarios en su cabe
ad de irse se fue en el aire. Lucifer se detuvo mirando el cie
bello empapado, se giró hacia él. -¡Maldita sea!
s quis
el portal, puedes
biésemos ido antes de que la lluvia comience, no estaríamos at
acusador le apuntó el pecho, fu
rnícolas gritándo
tar es
la cabeza. -Perdí a mis bestias en un desierto
a culpable de todas tus des
bestias me las regalaste tú! ¡S
sí, con mucha historia detrás, pero ninguno siendo capaz de enfrentarlo. Lucifer la quedó mirando fijamente, ca
ión, por lo que evidentemente no se las
, pero por favor, enc
ió sombrío. -Me has mentido bajo esa m
! -Se irritó. -¡También d
me dan
encontrarlos sin
N
uci
r qué te di un regalo tan valioso y no me acuerdo
e no re
el desierto a t
r cosas inimaginables, pero cuando se giró para i
s palabras hicieron que s
cielo, sintién
staba y porque quería ese ta
.
ndose a su rostro, su rostro sumamente pálido era precioso, aún más acompañado de sus gran
tenían rostros angelicales pero por de
mo el ruido fue emitido, Emmeline sintió un leve aturdim
. La cogió bruscamente del brazo, y bajo la lluvia, la arrastró
ia causaba una leve cascada en la entrada. Dentro, sus bestias se enc
ó frente a ellas y las juntó contra su pecho cerrando los ojos. Sus manos e
tan afectuosa con las bestias que él le había regalado sintió un leve pinchazo
colocó bajo la cueva pa
ismán.
evanos de v
qué los ab
.
es demasiado húmedo y la lluvia me mo
ió a ver a sus bestias apenada. Dantalian tenía raz
se puso de pie sosteniendo el talismán. Miró a Lucifer
de distancia y esperó a que se di
se lo quitó de sus man
nces s
as bestias le gruñesen al cielo. Cada nube se tiñó de negro y la oscur
cif
a, se convirtió en cenizas que volaron por el aire. Su alrededor comenzó a teñirse de colores prec
ama
, aunque tenía el mismo físico, ella se la veía radiante, con un aura muy di
aura sombrío, pero ahora ella parecía alegre, espo
e sus finas cejas divertida, sabie
vestido que tenía puesto en la cueva, de he
en su alrededor, no est
mme
-No debes llamarme así
sujetó de la mano sintió que de ella
el jardín de la manzana prohibida. Se detuvo p
os en e
ás podría
emos es
os molestaría, además hace mucho tiem
l cual hizo darse cuenta que todo esto
l árbol de las manzanas, ellos se sent
ando en lo q
n q
teniéndose la risa. -¿Ya lo has olvidado? Me d
ué pe
-Sonrió. -T
ojos de Emmeline en una versión alegre decirle que lo ama lo h
mbién
u versión antigua, soltó una bocanada de aire para l
cuerdo perdido, pero por instinto la rodeó con sus br
o que hizo que lo
meda cueva con la versión apagada y fría de Emmeline. Baj
pecar, te hi
y bajó su mirada hacia otra parte, don
a vela, porque tú ya m
guna conversación vacía, una discuta con sus hermanos o un enfrentamiento con su padre. Pero el tali
va
ojos hacia él y so
am
fetada, él retr
pli
.
Aho
se escondieron detrás de Emmeline. Ella aguantó la
as todo lo que te pidiesen, y cumplías tus tareas de forma impecable. Me conociste gracias a Adam, él nos presentó. La le
o.
a escondidas, el mío era Emmeline, el tuyo Lucifer. Un día Dios se enteró de lo nuestro y nos dijo que esta
o.
o me buscabas en mi jardín me iba, y cuando me llamabas me escondía detrás de
ebeli
ste que me construirías un reino para mi sola, que podría tener el jardín más grand
hogaba con su propia respiración sin poder reaccionar. Ella, por otra parte, se rompía ca
rder lo que más amabas, a mí. Y yo debía perder por lo que fui creada, mi fertil
.
, Lucifer. -Alzó su mirad
.
último recurso me dejaste a las tres bestias, para que nunca estuviese desprotegida y sola. Dijiste... -Cerró sus ojos y contuvo las lágrimas. -Dijiste que,
.
es cuanto me dolió verte de vuelta. Ver lo que te has convertido, que ese v
ést
nos del rostro y lo miró
Qu
rame t
ndió lo que q
orsal para luego bajarlo lentamente. La espalda desnuda le fue visible, detuvo de bajar el cier
s y sanas. Su piel pálida y perfecta estaba marcada por el pe
a piel desnuda y Emmeline
de su vestido bajo, se tuvo que sostener la parte delant
ien le suceda lo que él atravesó. Que alguien experimente el mis
vió con su brazo y
esa haciendo que se quede at
ió apoyando su men
ué te d
vidarme
mejores personas para ella, pero tras perder su memoria, y llenarse de un vacío que oscureció su corazón so
o era gustosa del contacto físico, per
rque te prometí un
ose, con los ojos llenos
no puedes tener u
ncentrado en sus palabras q
tener ma
ediato, como si ya lo hubiese pensado.
riría, todo lo que inte
e la tormenta? Eso s
o. -Si cualquier chica se te aparece en tu camino y t
Qu
qué me
ver con mis
o haber sido
nojada po
trocede. -¿Qué clase de rey ere
, eso soy. -Le so
berte quitado un r
etapa de humilla
ró su boca,
o de tus demonios y q
a la salida de la cueva, frente a la cascada de agua que hacía de puerta, y observó
la to
detenerla? -L
ía quedar
cione de la mejor forma había sido como un nocaut para su estabilidad mental. Lucifer al cual veía como
e había dejado descansar sobre una pared al cual con ante
sentir el dolor como cualquier otra persona, por lo que al ve
que en ve de empujarla simplemente cogió el
corpión cayó al suelo donde rápidamente las bestias se lanzaron a devorarlo. Lucifer, retroce
a se golpeó el mismo brazo con otra pared que es
ier
abía paralizad
uci
Jo
heridas, de hecho, tomó distanci
uede notar que hay esco
arme Eva y te
chi
s mechones, la sangre de su corte corría a lo largo de su brazo. Maldiciendo en su interior por el ardie
os, pero luego de ser desterrado y que su alma se hubiese llenado de rencor, ya no lo
ritó, bajando su brazo. -¿Me p
emente, que pier
que me e
a lo
ras e
or
r qu
r... -A
do. -Observó la sangre gotear por su c
alago para m
zo que cerrase la boca de inmediato y mirase el suelo.
la salida, observó el camino y luego volvió a verla. Enfocó sus ojos en
decen fi
r, está
o vestido y arrancó una tira rompiéndolo. Emmeline se paralizó cuando él rom
Oy
cadas aún lado, y vo
mos i
cuerpo, pero al menos lo despabiló del dolor y mareo que le traía la picadur
o h
e ella mojarse, pero rápidamente avanzó con muc
hacerse movedizo e inestable. En un intento de darle aporte a ella, la sujetó d
cubriéndose el rostro con su mano para que
stó, siguió
a más. Cuando Emmeline estuvo apunto de quejarse de nuevo, vio a lo lejos un pequeño pueblito ubicado en la nada misma. Lu
un techo de una casilla, y Lucifer observó su
rpo y las gotas de lluvia sal
s ojos cerrarse inconscientemente, volvió a abrirlos
y una t
gar frío para qu
ojos por unos segundos, para él fue como un parpadeo, pero cuando volvió a ab
la lengua al ver
íde
señalada, al llegar vio la puerta de madera algo
os que habían no parecían ser muy amistosos. El lugar era pobre en r
igo se desmayó, ¿
de otra mujer, la mi
vidiable. Su cabello lacio estaba mojado y se le pegaba a su cuerpo. El vestido roto y comp
e mundanos, no pu
ende la barra,
¡
ne le sonrió forzadamente intentando no lucir tan nervios
e tormenta, que mala suerte
bendice. -
r f
. Estaba de rodillas con las palmas de sus manos en el sue
comparar sus rostros sintió que una par
uiste, de
él casi cae, se suje
ale bien o
igo, así que conmig
so sus ojos
, ignore a
, pero parpadeo con fuerza y se separó del hombre, queriendo conservar algo de
ayuda, no s
Puedo p
rminar que
y Emmeline intercambi
*
ensar en que finalmente, Emmeline podía volver a sentir algo de paz. Ella al caer seguía conservando un aura alegre, una al cual Markus llegó a conocer y también fue uno de l
lguna vez la hizo feliz, si la recordaba o no, no importaba, lo importante era que e
a p
son para ver la entrada, donde Aren llegab
so. -Hobso
arkus lo miró
.. Viajaron por port
onrió am
reocupado
l rey infernal de
hacer daño. -Le quitó importancia con la mano. -No me quie
ada que yo no
mmeline. -Se puso de pi
uería mantener su rostro inexpresivo pero e
palabra fue firme. -¿Te recuerdo
y, ángel, demonio, gorila o azteca. -Se dirigió hacia
.
cuando Emmelin
ren que estuvo mirando el suelo impotente, leva
bien? -La criada lo o
a agarrar
e cuando e
Los quince minutos de viaje no habían sido suficientes para calmarlo, seguía exhaustivo de tanta impotenci
recién había aparecido en unas horas, ya era digno de haberla hecho reír amistosamente mi
erró la puerta de un golpe
la paja y bajo por la puerta secreta hac
el lugar estaba ab