uevo vecino, estaba Maya en una situación, que a su entender era una crónic
sala en el "sillón de regaños", es el nombre con el cual lo bautize, porque cada ves que quería regañarme o sermonearme, aquí era que sucedía, aunque
e mi madre a estado hablandome por un buen rato y no le pusé atención, yo có
hacer de nosotras el hazmerreir de toda la comunidad, ¿todavía su tu madre?, pare
orque te enojas tanto-. Le respondó a mí madre, si
plotarle, de verdad está enojada. -Acaso quieres que muera de ira, porque si
ue no lo quiera admitir, que también está enojada por lo que pasó con la señora "Pototo", aún que ese, no es su nombre, solo la bautize
toto!-. De verdad me enoja que siempre mamá le c
á se corrige y voltea la cara, pero se que, casi la llama por su apod
mbre-. Dicé mamá mientras me mirá. -Y por otro lado, no se a que se deb
o lo que me ordenaste-. Le respondó y le devuelvo la mirada
odo un poema, compuesto por las diferentes emociones que se reflejan en su rostro. -Si no re
brir la llave del agua, la presión provocada por está, haría que perdiera el control de la manguera
a que decirme, justo como hace en este momento. - ¡Maya la cerca te da por el cuello!,
toy cansando de repetir lo mismo, al pensar esto me f
los vecinos del frente-. Me dice mi mamá mientras me observa con bastante premura. - Quiero una explicación de
a dar la bienvenida y tú lleg
ú insististe en llevarme-. Le digo mientras siento que me e
que te hablo, tú no entiendes y sigues haciendo de las tuyas-. Puedo ver la gran decepci
qué dijó? ¡Ya recuerdo! "Comprende a la niña que está en etapa de desarrollo"-. Le digó mientras trató de i
demás tienes que que ir a disculparte con la señora Portes-. Quiero refutar pero mi madre me mira fijamente, como diciéndome que me callé
oy culpable de lo que se me acusa, pero mi madre no me cree. No se que hac