dmitir, creo que no hubo ninguna posición del kamasutra que no hiciéramos; no me gusta ceder el control, la verdad Lucrecia era una de las pocas mujeres que lograba saciar mi apetito s
rubia, ojos azules, cuerpo de diosa, sonrisa refrescante, divertida y sobre todo no me presiona, sabe que nuestra relación está basada en encuentros
de mis padres, amiga de mi hermana, tiene todo lo que quiere; nos parecemos mucho en realidad, por eso nue
sabanas que cubrían la poca piel de su cuerpo, que tentación, me sonríe y me guiña un
eres una tentación Lucrecia, per
negocios, algún día deberías tomarte el
e no todo es trabajo, está
comentario, se levanta, molesta de la cama y empieza a v
amas o te llamo, nos vemos, nos acostamos, la pasamos bi
s juntos, compartimos los mismos gustos en todo y nuestras familias se ador
s bien que no soy ese tipo de hombres, me gustan demasiado las mujeres para amarrarme a una sola, no me gustan los compromisos y en cuanto a nuestras familias, que ell
nada de eso, solamente que yo te gusto y tú me gustas, así que suponía que podríamos intentarlo
guapas, empezar a dar explicaciones, ir a compromisos familiares y los negocios. Bueno, siempre dicen que los negocios no se deben mezclar con los
al parecer se te olvido las condiciones de
briel p
dad y mucho menos pensar en algo serio. Que únicamente sería diversión, sexo y nada más, que nuestros amigos y familia no debían saber para qué no
o más, después de todo sabes que siempre estoy ahí cuando me quieres ya sea para hablar o sexo. Siempre te he apoyado, he estado contigo en las b
i yo soy el que siempre te busco y tú la sumisa que está ahí; porque tú también me has buscado y podría
que quiera una formalidad, sabes que he estado con muchas mujeres todo este tiempo y yo sé que
dirijo a la puerta y solo escuch
nada más
o que quiero y definitivamente no es una relación
rque t
me ame, no soy bueno para amar a nadie, solamente hago daño, solo soy bueno en sexo, mujeres, negocios y destruir a mis enemigos, ¿pe
arece tonto creer que un hombre y una mujer puedan sentir algo tan fuerte que morirían si algo le pasara al otro, pero si ex
ra aplacar tus demonios o desahogar tus frustraciones y deseos. Algún día querrás tener hijos, una mujer que te amé, que esté ahí para ti, que sea
mi apellido o mi cuenta bancaria. Una mujer que sea solamente mía y de nadie más, una mujer buena, desinteresada, dulce para aplacar mis demonios, una mujer..., ¿pero qué diablos estoy pe
ada, solamen
as salgo de e