ista de Je
. Nosotras no somos más que unas estudiantes, y hemos trabajado dur
, preguntó Blake,
espeté confund
nte de clase baja siempre quiere eso, ya a veces están dispu
o. ¿Quién lo quiere siquiera? ¿Cómo te atreves a hablar de ella
Rosé al tiempo que jal
esada y desalmada. Después de todo, tiene la misma maldita cara, pero ya vemos que inclu
s la más hermosa por dentro y por fuera. Puedes guardarte
con estas perras", dijo el hombre al tiemp
Necesitamos tu ayuda", suplicó ella m
laneó todo esto", ladró
rabas de repente una gran preocupación. Debí haberlo
s. No es nuestra culpa haber nacido en las familias humildes en las que nacimos, pero tenemos corazón y tambi
barse y yo acaricié su espalda
lpa. ¿Qué les diré a tu mamá y a tu papá si te pasa alg
en", repliqué al tiempo que le daba palmaditas
n este lugar", urgió Lisa, secándose las lá
rminaría así, pero ustedes son mis verdaderas amigas. No se vayan, por favor. Admito que me equivoqué... Pero por favor,
jen afectar por cosas tan pequeñas. Además, son las once de la noche, ¿qué pensarán los demás? Prometo que no volveré a cometer un error c
é, levantándola enseguida. Sin dud
los son buenos, y estoy segura de que no quisieron ser
ran aquí porque de verdad lo quería. Yo sé qué tipo de personas s
haberte levantado la voz"
dormir en mi habitación, y las tres n
a sig
de padres abrazando y besando a sus hijos para despedirse hasta grupos de estudiant
adres no habían podido asistir debido a su trabajo, pero no es gran problema po
l campus cuando de pronto Lisa
". Al verla así, Rosé y
ño. ¿Vienes, Jennie?", me preguntó Rosé
ro no se tarden, ¿de acuerdo
ia mí. Yo me relajé sintiendo la brisa y vien
pente del brazo y choqué contra una
hí estaba él... El maníaco.
dó su gran fuerza, y por mucho que jalé mi brazo para liberar
egundo. Es muy fácil para mí", me dijo con los dient
..", murmuró en voz tan baja q
es más que basura para mí. ¡De seguro eres una interesada! Pero ni siquiera te atrevas a pen
maldita vida. ¿A quién diablos le importas? N
o, niñita", espetó con desprecio,
n gran sarcasmo y le volteé los ojos. Él estaba echando humo, y en un parpadeo, ya estaba tan c
y tal vez hasta arruinarte la vida", dijo en un tono tan peligroso que sentí un escalofrío
í que mantente fuera de mi vista por
. No quiero a un maldito psicópata en mi vida. H
más fuerte y su cuerpo estaba
se movió en lo absoluto, en cambio se me quedó mirand