r tomarse vacaciones, dedicando su vida por completo a sus negocios, tra
inguno era capaz de encontrarlo. Se había mudado a ese país, a esa ciudad en específ
n ello el dolor y la ira solo había aumentado. Estaba ansios
e lo habían convertido. Aún tenía las marcas físicas de su abandono, las pesadil
o ese dinero, llorado lágrimas de odio para conseguirlo y magullado cada parte de su cuerpo para estar en donde estaba. Sacrificios e
mundo, así como una editorial prestigiosa en la cual su mejor a
ubierto. Sin embargo, jamás imaginó los alcances de uno de sus libros, era top ventas y cada vez su público exigía más y más
bras-, más acción entre los protagonistas, más escenas de cama, más engaño, más drama, etcétera., pero ninguna hablaba de la realidad o tras
rió los archivos gua
storia de sus más oscuros instintos, esos que solo unas cuantas conocían pero que jamás
ía que no lo hiciera. Esa fuerza superior a él que tanto
cisamente pelear una batalla cada día
e y se puso de pie tratan
guntaban a cada instante cuándo habría una nueva historia y él
asaban de dos o tres capítulos simple
le daba paz era esto, si escribir era lo suyo o si solo trataba de d
omance erótico. Los gustos peculiares de Ahmad iban más allá de lo co
emás de ser escritor y administrador de la editorial, era también el rostro que repres
as tus fanáticas van a enloquecer pronto si no hay un nuevo libro porno que leer o al menos
u mejor amigo cruzar la puerta-. Guárdate tus comentarios estúp
ientras Ahmad caminaba despacio de nuevo hasta s
o venía a preguntarte si vas a asistir a la feria del libro. Seguro tus perverl
vo en su ejecutiva sill
ntualizó con fastidio y de forma despectiva-. Tú por ejemplo eres un pésimo lector, si eres buen escritor pues eso lo juzgan cientos de adolescentes que cuando sean adultas se preguntarán po
lá de eso él sabía, aunque no se lo contara que sin duda había algo más en todo es
los organizadores. Yo estaría feliz de verte ahí y seguramente él estaría escupiendo sang
tratando de manipularlo, solo que le enfadaba que lo to
ndo y lo había catapultado a la fama. Y es que a Ahmad le hubiera importado muy poco si Garden hubiera ganado el premio nobel; sin embargo, le i
ón -dijo Ahmad en medio de la bruma de odio
rrasar con él en la feria -dijo su amigo incitándolo-. No mie
y esbozó una
-. Tienes razón, al menos qu
espalda y salió victorioso del de
tando el porqué si eran tan diferentes y opuestos, eran amigos. Sabía perfectamente que era el único
r exactamente cómo empezar a redactar. No tenía ide
ideas se habían escapado para siempre y en su lugar hab
smo se puso de pie y salió p
, señora Wilson? -inquirió a la mu
s llenas de energía que
z antes de asentir y hacer una mueca de asco de solo
rse conmigo? -preguntó con un ai
jo la anciana con una sonrisa-. Mis
y por fin descansara pero se rehusaba a dejar ir
, se sentía cómodo con ella. Sin embargo, había enviudado unos cuantos meses atrás y sus hijos creían que lo mejor era ten
caminó algunas cuadras para co
cina para recostarse sobre el sillón e intentar co
ue inauguraría, la editorial y miles de pendientes más, le era imposible hacer nada más
***
fastidio para él, tan así que ya estaba llegando a
itorial. Su amigo Adrien era accionista y nadie sabía que él también
abía sido abierta pero que pint
perando entrar para tener algún ac
n esperado que las chicas
le fastidiaba que acosaran tanto. Era por eso que él no asistía a ese tipo de eventos y l
un lado de su amigo, y suspiró antes de to
jo viendo a Terry Garden cruzar la p
s; sin embargo, como la serpiente que Garden era le sonrió como si fueran
do pasar al tumulto de personas que rápidamente se esparcieron por tod
ara preguntar algo pero la mayoría fuero
lantes de emoción pero él no prestó atención hasta qu
s un poco de entusiasmo
ver la expresión lépera de la
siones encendidas» estaría aquí y no dudé en venir -dij
l oír el tono de la mujer y más aún
ia y firma que Adrien se apresuró a dar con tal
y ofendido de que lo trataran como a un sirviente miró a la mujer y después a su amigo, quien no ta
azo por los hombros de la mujer y sonreír a la cámara mientras Ahmad tomaba la foto -de mala ga
je? -susurró la mujer de forma sugestiva a un
mbre y se prometió a sí mismo nunca volver a escribir. Miró a la mujer y apenas vio el flash surgir
mismo por ser tan imbécil y aceptar
y en el que él fue el fotógrafo a todas horas, otras curiosas por saber qui
lo que imaginaba, se envalentonaban y decían incluso más palabrotas que una horda de hombres ebr
ría por estar en la cama de un hombre así, si así fuera mi esposo, ni modo me quedo con lo que hay, etc
endo la contraportada de su libro
a con sigilo y
nterés-. ¿O cree que lo mejor del libro o lo
erte que haya miles de mujeres que fantaseen con
ió interesado-, pero es lo que
o y ya. Pasé la novela entera esperando el momento en que Robert sintiera y eso nunca pasó, la que gritaba y disfrutaba el sexo era ella, porque evidentemente él era bueno en la tarea pero la realidad es que
rgo, parecía ser la única lectora hasta ahora que había comprendido la novela e
qué va a comprarlo? -preguntó con mucho más int
de enfermo que su personaje -dijo con una sonrisa de burla-. Indirectamente me hizo su fiel lectora por el mero gusto de estudio. Aunque no puedo creer que las mujeres quieran máquina
spondió-.
ó amable antes
a vuelta y caminar rumbo a la caja de cobro
de su padre, ese mismo que él había dejado atrá
ucede algo? -i
o Ahmad y
ecirle? ¿Que él se había cambiado el nombre y apellido años atrás porque el a