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Aitor, un hombre de 25 años, con una novia, con quien lleva 3 años de relación, conoce una joven de 17 años con quien se hace un amigo incondicional, cuando estaba dispuesto a comprometerse con su novia, descubre que lo engaña y comienza una extraña relación de amistad con aquella joven; no estaba acostumbrado a amigas mujeres sin sexo, pero con esta joven aprende que es posible una relación de amistad entre un hombre y una mujer; sin embargo, sin darse cuenta se empieza a enamorar de su joven amiga.
Se escuchó entre los empleados del hotel y el club "El Fénix Dorado" que estos habían sido comprados por un grupo de jóvenes socios, el temor en ellos aumentaba porque al parecer el socio mayoritario tenía fama de ser temperamental, egocéntrico, agresivo y mal jefe; todos confirmaron dicha información, cuando la primera orden fue cambiar absolutamente todo el personal; sin embargo, todos los empleados recibieron una buena suma de dinero por su liquidación y fueron indemnizados por aquel despido.
El hotel estaba muy cerca al club, en una concurrida calle de Francia, los nuevos dueños no fueron conocidos por los antiguos empleados ya que todos fueron retirados por el contador de confianza, quien se encargó de hacer lo propio y dar a cada uno cartas de recomendación firmadas por el socio mayoritario y quien sería el representante legal y estaría en cabeza de las decisiones que allí se tomaran.
La selección de personal estuvo a cargo de uno de los socios que era abogado y se encargaba de los antecedentes e investigaciones de los nuevos empleados, no querían problemas legales. Cuando el bar y el hotel empezaron a funcionar bajo la nueva administración, los nuevos empleados desconocían a sus jefes, por lo que el trato hacia cada uno de los clientes y huéspedes debía ser extremadamente amable, aquellos despidos masivos con el ingreso de la nueva administración los aterraba y la fama que tenían los nuevos jefes de ser extremadamente temperamentales, agresivos, egocéntricos y muchas más cosas que les infundían temor a los empleados.
El último piso de aquel hotel contaba con las tres habitaciones exclusivas para los socios o quienes ellos autorizaran, el piso tenia acceso por la parte lateral del hotel con portería y un ascensor de uso exclusivo de ellos que se activaba con una tarjeta inteligente, código o huella, aquellas habitaciones eran usadas solamente cuando querían esconderse de alguien, huir de la rutina o simplemente tener sus aventuras sexuales.
A sus 25 años de edad, Aitor Mendoza Vargas, era psicólogo de profesión, pero como socio mayoritario, había asumido el reto de encargarse de la administración del club y el hotel "el Fénix Dorado", ayudaba a su padre en su empresa de Proyectos Arquitectónicos y en algunas ocasiones ejercía su profesión como psicólogo en la clínica de ayuda y apoyo psicológica de su madre; Rui Smith Dumas y Charlie Cox Duncan, amigos incondicionales, apoyarían a su socio y amigo con los negocios, Charlie era abogado y por su profesión, debía moverse entre todos los negocios de su amigo y de los cuales era socio, se hacía cargo de todas las legalidades y por su parte, Rui trabajaba como médico, en la clínica de su padre, lo que permitía tener tiempo libre para compartir con sus amigos diversión y trabajo; los tres han sido amigos desde la escuela, se conocen perfectamente y confían plenamente de las decisiones que se deban tomar.
Después de un mes de apertura del Club y del Hotel bajo la nueva administración, dudando que el administrador de aquel lugar estaba haciendo un buen trabajo, Aitor llego por primera vez al club, llego temprano y aún no había público que atender, podía ver a los empleados completamente activos preparando todo para la apertura, él se quedó de pie junto a la barra observando – vamos príncipe, no te quedes ahí, ayúdame con ésta mesa – escuchó una voz detrás de él, una pequeña joven con cabello liso aparentemente rubio teñido hasta los hombros, dos mechones rojos caían hacia su rostro, un rostro hermoso maquillado para parecer mayor, intentaba levantar una pequeña mesa, al ver que Aitor se giró a verla ella sonrió y le guiño un ojo, Aitor tomó uno de los extremos de la mesa y la ayudó a moverla. – Yaiza - dijo aquella joven extendiendo la mano para presentarse – Aitor – respondió él recibiendo la mano. – ten cuidado, la gente es envidiosa y si te ven aquí sin hacer nada seguro le dirán al jefe. – lo dijo acercándose un poco a él para que no escuchara nadie más y camino a traer algunas sillas para poner en aquella mesa, Aitor la siguió con la mirada y se quedó de nuevo en la barra, detalló aquella joven que llevaba una blusa de tiras negra ajustada a su delgado y bien formado cuerpo, y una falda de jean un poco mas debajo de sus glúteos, unas medias de cuadros de colores, un poco más arriba de sus tobillos y unos tenis negros aparentemente cómodos, Aitor se giró hacia la barra quedando de espaldas al salón que estaban organizando – debes ser de seguridad – escuchó él susurrar en su oído, haciéndolo estremecer – ohhh... Lo siento príncipe, no sabía que eras tan sensible. – dijo ella sonriendo, Aitor se volteó de inmediato a verla. – debes ser de la seguridad interna del club, porque los de seguridad nunca ayudan a los que atendemos, ustedes son como seres superiores o algo así – continuó ella caminando de nuevo hacia el salón.
Aitor pudo notar que aquella joven nunca habló con ninguno de sus compañeros de trabajo mientras estaba con la organización del lugar, excepto para recibir indicaciones o dar opiniones; cuando llegaron los de seguridad efectivamente nunca hablaron con ninguno de los jóvenes que se encontraban dentro del lugar preparando todo. La joven salió de un momento a otro del salón y cuando la vio de nuevo estaba con un trapero secando aparentemente agua que se habría derramado, al parecer era una chica pro-activa, cuando levantó la mirada descubrió a Aitor mirándola y le guiño el ojo con una tierna sonrisa y salió de nuevo del salón a regresar aquel trapero a su lugar.
Cuando todo estaba listo, todos los empleados se sentaron en un lugar vacío al fondo del salón, pero aquella pequeña joven no estaba con ellos, él la buscó con la mirada – que no vaya a estar metiendo droga aquí – se dijo para si y se puso de pie para buscarla, la pudo ver sentada en una esquina del fondo del salón donde daba poca luz, tenía las piernas cruzadas y llevaba audífonos, aparentemente escuchaba música de su celular, logró verlo y le hizo señas enérgicamente con la mano indicándole que se sentara junto a ella, él le señaló la barra y regresó allí, al instante llegó ella y se sentó junto a él. – ¿dónde te toca príncipe? – preguntó ella, él la miró sin entender la pregunta – aquí – respondió él, - te toca dentro, genial, podremos vernos seguido – dijo ella sonriendo sin parecer coqueta. Sus pies no alcanzaban el suelo y no dejaba de moverlos. – no hablas mucho ¿verdad? – preguntó ella – tú no hablas con tus compañeros – respondió él – no, no confío en ellos. – respondió al comentario levantando la mirada hacia el grupo de jóvenes sentados. – ¿porque hablas conmigo? – preguntó Aitor - porqué me inspiras confianza, - respondió ella con una sonrisa de lado. – gracias y ¿porque confías en mí? -interrogo de nuevo él sacando un cigarrillo - ¿fumas? – preguntó ella levantándose de un salto de la silla de la barra y con un gesto de decepción - ¿eres alérgica a la nicotina? – preguntó Aitor antes que se alejara. – no, soy alérgica a los girasoles y al ajonjolí, pero no me gusta el olor a cigarrillo. – respondió ella y se alejó al parecer de nuevo para el rincón del que había salido, él miro su cigarrillo como agradeciendo que la hubiera alejado, lo encendió y lo miró de nuevo, cuando estaba nervioso generalmente el cigarrillo lo ayudaba a calmar sus nervios.
Yaiza Villarreal tenía 17 años, trabajaba medio tiempo en una cafetería, el trabajo del club llegó gracias a la influencia de un conocido suyo. Ella vivía con su abuela después de haber perdido a su madre al nacer y desconocía quien era su padre, por lo que trabajaba para ayudar a su abuela, para su estudio ya que estudiaba los sábados en la mañana sistemas en un instituto; era una joven blanca, delgada, de ojos verdes, su cabello natural era castaño, pero siempre usaba colores temporales en él y no importaban las adversidades, siempre mantenía una sonrisa.
Con la confusión de sus sentimientos hacia su hermano y aterrada por la perdición de su alma, Evi hace que sus padres arreglen su matrimonio con su amor de infancia, el hijo del mejor amigo y socio de su padre, sin imaginar que él también la había amado en secreto; pero los secretos de la familia sólo pueden llevar a Hans a cometer el mas grave error para salvar el alma de su hermana.
El camino Chiara, fruto del amor de André, un gran empresario francés y Biena, una interesante heredera rusa, cuyos caminos fueron separados por equivocaciones, está trazado desde su nacimiento para llegar a la intersección en la que se unirán todos los caminos y encontrará a Yanis, el joven amigo de su padre con quien encontrará el amor y la calma reinará después del caos.
Después de la partida de Luka, Rania se aleja de Ethan quién decide aprender a adaptarse a ella para conquistala; Kya descubre dónde se encuentra Luka y decide acudir a él para ayudarle a encontrar sus raíces. Una nueva joven aparece en la vida de Luka ayudándole a sanar su alma y dejando una nueva enseñanza de vida.
La historia detrás de la vida de los hermanos Pasquier Gros; cómo el destino une a los hermanos Ethan y Kya Dubois Simon con en un romance con Rania y Luka Pasquier Gros, haciendo que la vida de estos hermanos cambie totalmente, llenando de luz las tinieblas en las que se encuentran encerrados.
Johan y Eric, son gemelos; Johan sufre de un trastorno conocido como misofobia, lo que le ha impedido tener amigos, novia o cualquier interacción con otras personas, sin embargo, sólo tiene un amigo, su chófer, abogado y confidente. Por un requisito del abuelo para poder recibir la herencia, deben casarse por lo que presionado por Eric, Johan contrata a Tessa para que sea su esposa por un tiempo, descubriendo en el proceso un sentimiento que hace alejar todos los miedos; mientras Eric en una de sus aventuras es usado como donante por la hermana de Tessa. El destino pone en el camino de los gemelos las hermanas que despertaran sentimientos cambiando sus vidas.
Thamara se enamoró de Richard desde que tenía 12 años, siempre lo busco y el destino lo ponía y lo quitaba de su camino. Ella trazó un plan de amor, pero al final, su plan falló y planeó dejarlo en manos del destino. ¿Acaso vio mal las señales del destino y no era Richard? Richard es un hombre que sólo ama a una mujer, su corazón está ocupado y no tiene espacio para nadie.
Lenny era el hombre más rico de la capital. Estaba casado, pero su matrimonio no tenía amor. Accidentalmente tuvo una aventura de una noche con una extraña, por lo que decidió divorciarse de su esposa y buscar a la chica con la que se acostó. Juró casarse con ella. Meses después del divorcio, descubrió que su esposa estaba embarazada de siete meses. ¿La mujer lo engañó? Scarlet estaba buscando a su esposo, pero, por error, los dos pasaron una noche apasionada. Sin saber qué hacer, se escapó presa del pánico, pero luego descubrió que estaba embarazada. Justo cuando estaba lista para explicar lo que le había sucedido a su esposo, este le pidió el divorcio. ¿Descubriría Lenny que la extraña chica con la que se había acostado era en realidad su esposa? Más importante aún, ¿su matrimonio sin amor mejoraría o empeoraría?
Traicionada por su pareja y su hermanastra en la víspera de su boda, Makenna fue entregada a los despiadados príncipes licántropos como amante, pero su propio padre ignoró su difícil situación. Decidida, ella intentó escapar y buscar venganza, pero, sin darse cuenta, captó el interés de los tres príncipes licántropos, que la deseaban en exclusiva entre muchas admiradoras. Esto complicó sus planes, atrapándola y convirtiéndola en rival de la futura reina licántropa. Enredada en deseo y celos, ¿podría Makenna lograr su venganza en el intrincado baile con los tres príncipes?
Era una doctora talentosa de fama mundial, CEO de una empresa que cotiza en bolsa, la mercenaria más formidable y un genio de la tecnología de primer nivel. Marissa, una magnate con una plétora de identidades secretas, había ocultado su verdadera identidad para casarse con un joven aparentemente empobrecido. Sin embargo, en vísperas de su boda, su prometido, que en realidad era el heredero perdido de una familia adinerada, canceló el compromiso, incluso la humilló y se burló de ella. Cuando las identidades ocultas de la chica salieron a la luz, su exprometido se quedó atónito y le suplicó desesperadamente que lo perdonara. De pie, protector ante Marissa, un magnate increíblemente influyente y temible declaró: "Esta es mi esposa. ¿Quién se atrevería a quitármela?".
Después de que Ellie recuperara su verdadera identidad, se encontró en un inesperado matrimonio con el Sr. Thorpe, un hombre lisiado que era despreciado por todos. Su exnovio infiel aguardaba su arrepentimiento, mientras los demás la miraban con sorna. Sin embargo, para Ellie, su aclamado bar no era más que un proyecto secundario. Su vasta colección de joyas parecía trivial. Los mejores diseñadores estaban a su disposición. Poseía autos de lujo, grandes mansiones e incluso islas privadas. Tenía el poder de ganar prestigiosos premios y vengarse de su infiel ex y de la amante descarada de este. No obstante, para los extraños, su vida parecía aburrida, ensombrecida por la discapacidad de su marido. Un día, el Sr. Thorpe se levantó de su silla de ruedas, incapaz de mantener la fachada por más tiempo. "Ya no puedo seguir fingiendo. Mi mujer es demasiado extraordinaria", declaró. Ellie, con las manos en la cintura y los dientes apretados, se enfrentó a él: "¿Y el divorcio que prometiste?". Tocándole suavemente el vientre ligeramente abultado, el Sr. Thorpe respondió en voz baja: "¡En tus sueños!".
Ethan siempre consideró a Nyla una mentirosa, mientras que ella lo veía a él distante e insensible. Nyla había acariciado la idea de que Ethan la quería, pero se sintió fríamente rechazada cuando se dio cuenta de que su lugar en el corazón de él era insignificante. Como ya no podía soportar su frialdad, dio un paso atrás, solo para que él cambiara inesperadamente de actitud. Ella le desafió: "Si confías tan poco en mí, ¿por qué me tienes cerca?". Ethan, que antes se había comportado con orgullo, ahora estaba ante ella y le suplicó desesperado: "Nyla, he cometido errores. Por favor, no te alejes de mí".
Carolina Navarro fue obligada por su padre a casarse con un hombre desfigurado para salvar a su familia de la ruina. Maximo Castillo tenía todo lo que cualquiera deseaba, hasta que un accidente aéreo destruyó su cuerpo, su alma y su relación, haciendo su vida desesperada. Sin embargo, independientemente de eso, todavía necesitaba una esposa y un heredero. ¿Podría funcionar un matrimonio entre estas dos personas? ¿Sería solo un matrimonio de conveniencia o crecería el amor entre dos almas heridas?