img (DFA) Paso 1: Adopción  /  Capítulo 1 Una madre afortunada | 33.33%
Instalar App
Historia
(DFA) Paso 1: Adopción

(DFA) Paso 1: Adopción

img img img

Capítulo 1 Una madre afortunada

Palabras:3358    |    Actualizado en: 21/11/2021

impo

de la siguiente historia son furrys: animales a

abe), donde los furrys y los animales

o de varias palabras y algunos puntos importantes; esas palabras

n de la

cuidamos; juntos caminamos y juntos aprendemos. Solo adentro d

los habitantes de

iedad de flora y fauna, aunque la mayoría del año impera el pasto color café y la tierra seca, calentada por el sol despiadado; solam

nidades carnívoras y herbívoras; por obviedad, las sociedades que comen plantas y pasto tienen que vivir con doble cautela. Nadie quiere ser la comida

s tribus de leones antropomorfos que viven en los alrededores. Toda la sociedad vive bajo la garra de un

a apurada a su casa; ha recogido algo de la c

re es K

varias trenzas medianas; al igual que la mayoría del resto de sus pa

tribu Khértar es simple. Kamunyak viste un taparrabos largo que termina debajo de sus rodillas; la tela colgante en la parte t

iza; en estos momentos es la época de sequía, por lo que su cuerpo perderá varios kilos, pe

ak se reúne con su hij

a, corriendo directamente hacia ella-. ¿Qué tra

on tranquilidad, dejando la pieza

riamente, quien también vive bajo el mismo tec

poco que quedaba -comenta Kamunyak despu

lo un poco, dejando la mayoría todavía cru

disfrutan su acostumbr

el día, el cual se las provee un manantial cerca

e ambas terminan exhaustas; toman juntas una ligera siesta para recuperar fuerzas. Cuando despiertan todavía es la mañana, así que deciden darse un baño refrescante en

cestería; leona y cachorra elaboran una cesta diferente cada dos o tres días. La pequeña escuc

s de cuando iniciaron su entrenamiento, llegando a ser las cazadoras expertas que son ahora. El entrenamiento de l

a gran lámpara circular noc

erte que tú? -inquiere la cachorra

io es la lámpara casera; el combustible es

grandiosa cazadora -le confirma

as presas; así nunc

veces ten

gos siempre tienen h

, pequeña cazadora -susurra Kamunyak con una so

hoy. Siempre unos grupos de omegas descansan un día y a la mañana siguiente salen a cazar. Usan lanzas o estiletes rústicos co

par de jirafas salvajes. Los alimentos siempre varían: a

jirafa -comenta la pare

tierra, escondidas

más discretamente posible-. A

e tiempo; muchos apenas si

ntar. Por eso yo solo quise una cría; por suerte fue una ni

sigue un buen pedazo de jirafa. Se dirige muy emocionada a su hogar; no

rta de madera, encon

ontón de hojas y pasto, que sirven para ablandar el duro suelo. El poner la piel de un familiar muerto a manera de colchón es un tanto «raro»; pero de esa manera (a según ellos), los familiares tardan más tiempo en «irse». Hay varias pequeñas ventanas circulares en toda la pared de barro de l

lido a pasear, Kamunyak deja la comi

specialistas en ahuyentar a los espíritus malignos. Ahí encuentra un gran alboroto; ta

olectivo; la niña está acostada en el suelo y sobre un tapete-cama. Al mismo tiempo que reposa, las guardianas cantan alrededor de ella; sujetan con una

cazadora se reúne

daga Kamunyak, clara

us cantos-. Después de que te fuiste, se empezó a quej

plican que alguien ha usado magia negra, y por eso los malos espíritus entraron en la pequeña; Kamunyak se niega a creer tal

recetas familiares para diferentes malestares. En la no

ente la madre, hincada al lado del cuerpo de su h

a con voz débil. Ya solo sufre d

o el tiempo que puedas. Maña

a pequeña Delu, esfo

a (*2). Descansa -l

noches,

e la luz nocturna natural. La noche avanza tra

nyak es la primer

nada de vida; los párpados se mantienen cerrados, negándose a mostrar un par de ojos en blanco. Llamándola en voz alta sin parar es como su madre intenta reanimarla; inclusive sacude el cuerpo

elantado su viaje al más allá. En el resto del día Kamunyak llora por la muerte de su primer y única hija que parió a los dieciocho años. Una parte muy adentro de su c

livio que su madre siga a su lado, reconfortándola en gran manera; aunque, el suicidio ha sido una idea recurrente en la mente de su hija. El s

esastre; su grupo pierde a varias presas, regresando con apenas una pequeña cebra. Todas la culpan de su mala

s narices de Kamunyak. Trata de atraparlos lanzándose encima; pero sus reflejos son lentos, caye

en? -le pr

-responde Kamuny

iguiente comida -dice la otra

tá frente a ella, la capitana le da una fuerte bofetada con el dorso de su garra. Es tan to

mente con una miseria de carne, me cercioraré que seas azotada hasta que te desangres! -Ac

talmente, comenzando a seguir al grupo; «me

apturar a dos sin problemas; mas la tercera se las ingenia para escabullirse entre las leonas. Debido a un breve impulso de adrenalina, Kamunyak persigue

a llegado; una vez que recupera las fuerzas, vuelve a atar el pequeño contenedor de agua y da un vist

le pregunta la

tán un par de ojos que la miran atentamente. Alguien la está espiando. Po

yak la persigue, obedeciendo a su instinto salvaje, hasta que la cría se tropieza y cae. Su muerte se aproxima rápidam

o al calmarse y mirar más detenidamente la escena, su naturaleza mat

la felina, al tanto que se hinca a s

la impala no le hace caso

locando su mano en el hombro de la c

ostro al descubierto; al igual que la cazadora se hinca ju

noches. Hay algo especial en esos iris color verde jaspe claro, acompañados con pequeñas pupilas verde azulado muy oscur

calladas, mirándose mutuamente y

rejas, es una cabellera humana larga; la niña herb

e remolino con un punto en el centro, abarcando la parte superior de su largo hocico. A ambos lados del mismo, desde la boca hasta los ojos, hay dos líneas: una negra y otra blanca. En la frente tiene otra mancha negra en forma de rombo, per

mientras que la parte superior de sus

a, todo lleno de raspaduras. Desata su cantimplora y la acer

e convencer la cazadora, suplicando para que

da dudando por

e la pequeña, incl

a solo un p

ra e

o y busto, usándola de vendaje improvisado para las

e cortar con su daga larga la tela sobrante-.

incarse y dejando de llorar poco a poco; su

Le invita Kamunyak, d

a un par de tragos largos; calma

-indaga la leona mientra

i nombre

indaga la leona, levantánd

Estoy perdida des

presa con preocupación al tanto que vuelve a hinca

erderme. Sé dónde conseguir agua y s

o es

Siara; sus intenciones no son nada buenas. Oportunamente Kamunyak se interpone en

añera de grupo, mostrando sus filosos dientes t

atrás, sin separarse d

esta, salvo ligeros rugidos-. Ya veo. Quieres hacer un trueque para conseguir el rango alfa -comenta tranquil

eona sabe que no puede llevarse a la impala; es demasiado peligro

e costará trabajo hacerlo. Apenas si le da la espald

cría toda asustada, aferrándose a su

masiado fuerte, ganándole

dice Kamunyak mientras

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY