as, se basaba en una monarquía tranquila y entregada el pueblo, los reyes habían hecho un trabajo extraordinario: anularon la pena
ás se veían muerte en cada esquina del pueblo, Garicia no era un lugar seguro. Hasta que, para fortuna de los pobladores, el reino
que el pue
por su dureza y ado
ños y niñas, de jóvenes y jovencitas. A
a es
tra usted bi
ó ella para no pre
reía que podía tocar el suelo. Estaba a su lado, separándolos una
mida. Su hijo neces
hermoso vestido floreado ya no estaba, se había ensuciado por polvo y barro del calabozo; apenas entra
rmoso hijo, vamos
i princesa, no cre
utela al joven a su lado,
- le preguntó para
mis hermanos, mi princesa, ll
rrebatasen a su bebé, no soportaría verlo lejos de
ozó - No sé a qué reino se los llevaron
as. Esa era la verdadera vida fuera del palacio, una llena de sufrimiento y trabajo
enga lástima por mí, hoy es
e ve
dolescente derramó algunas lágrimas - Bu
mi
sin escuchar su versión de la historia. Eva amaba tanto a las personas a quienes llamaba familia que esperaba por lo menos una visita por más mínima que fuese. Tenía la e
el alma del terr
eseaba que todo volviese a la normalida
gó la
o con bandejas repletas de una pasta a
rle más dolor, para lastimarla, así como lo había ordenado el príncipe. Los g
Remy sacando su sucia mano p
ustedes - dijo
cesa está embarazada, e
uardia sacó una especia de vara co
ano que hizo que el joven de d
an daño! - pedía con llanto
r el niño. ¡Solo
es de pecar. - escupió a
ar la entrada desde fuera. Eva veía a los demás comer con
dejó de
a señales de movimiento, su hijo iba a morir. - Por favor no - lloró desconsoladamente agarrando su vi
stá
s lo he hecho para
mano de la princesa con miedo a que reaccionara d
empo con fuerza y apoyo. Eva al fin
- alguien
uladamente el rostro hacia el anciano, parecía llevar mucho más tiempo allí que Remy,
coma mi
intacto de alimento, con la
elo. Usted lo ne
e ganaba, pero sentía que le
cias,
lo que acostumbraba, no eran esos ricos panes que los cocineros preparaban para ella, no era esa rica comida que preparab
bía de alimenta
a esa comida. Remy la miraba atento, con su mirada fija en el platillo; su boca
poco? - invit
señora, c
, princesa - añadió el ancian
día creer, ¿cómo es que nunca se había dando cuenta del uso del calabozo? Ella creía que se había dejado
, puedes terminar el plat
su estómago aún rugía sin acto de presencia de su
cerraba los ojos para descansar. ¿Por qué a ella? Era una p
n lo que l
prín
, retí
de la mujer. Ropa, joyas, calzado, todo. Lo habían regalado al pueblo, sin embargo, aqu
siente mi
es Catherin
ñado. Todo se resolv
herine, no quiero que lo m
teza. ¿Desea que mande
. Ha
lo sabía, se dejó llevar por la furia y el odio del momento, sin embargo, todos tenían razón
o, ¿está
esa es l
radical? Es una prin
Las futuras generaciones no conocerán la deshonra de
stea
será juzgada por el pueblo mañana e