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Historia
Slave Game (LIBRO I)

Slave Game (LIBRO I)

Autor: Tamy Machado
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Capítulo 1 Mascarada

Palabras:8000    |    Actualizado en: 08/01/2022

Metz

sc

sta mucha más piel de la que deberían mostrar y sus rostros enmascarados que ocultan la identidad de los presentes, que tanto nos preocupamos por esconder, la

mbros, recorriendo toda la anchura de los mismos con sus largos y delicados dedos, sonríe ampliamente al terminar el recorrido por ellos y continúa su andar, no

cita de turno. Ambos lucen como personajes de un cuento, mi colega elegantemente vestido con una máscara que cubre la mitad de su rostro, es negra y blanca con detalles en plata, la rubia que lo acompaña esta noche, lleva un hermoso y sexy ves

ndo a su alrededor, mientras la rubia deja bes

un whiskey doble por favor – me giro para contemplar a la hermosa mujer que lo acompaña hoy y perderme

es ella quien

ponde divertida, guiñándome un

nvitados y los clientes que frecuentamos este local, mi socio y mejor amigo ha llegado junto a mí y su acompañante p

o que hoy podíamos traer a un invitado extra, razón por la cual mi mejor amigo esta con esta hermosa mujer y por lo cual el local está a reventar. Un par de veces al mes, se ha

, soy muy discreto y prefiero lugares así de exclusivos donde solo personas con muchísimo dinero o influencias podrían entrar. Soy un tipo demasiado influyente e importante como para que se sepa a

tada, mi empresa, mi prestigio y todo un mundo de la tecnología podría d

los aspectos más llamativos de sus anatomías, en una esquina semi oscura dos hermosas, sexys y voluptuosas mujeres con muy poca ropa sobre su cuerpos,

o a mi colega, que simplemente asiente mientras besa el cuello d

o, toqueteando mi espalda, mi pecho o mi abdomen, es una caricia suave, sugestiva, a veces son mujeres otras pocas alguno que otro hombre, aquí está permitido to

giro en el pasillo de la derecha, después de dejar tras de mi un montón de personas interactuando en mitad del salón principal, donde básicamente puedes pillar a alguien que t

uminados por una luz color violeta, observo mi reflejo detallando mi aspecto, me hace sonreír, me gusta mucho la máscara que llevo puesta hoy, es un diseño muy sencillo, solo deja

letamente cubierto, es primera vez que uso una de estas, no son tan comunes y me da un aire

a máscara que te cubre el rostro completamente tendría que retirarla y eso dificulta las cosas al momento de llegar a quedar con alguien, pero para noches como

minación, el aroma a sexo es perceptible desde que pones los pies en el, además de los gemidos que en esta área siempre están presentes, sol

o que tendría una mesa en una gran celebración romana, a su alrededor algunas personas se pasean comiendo un

o peinado que recoge su cabello castaño en un moño, despejando por completo su rostro, que está también cubierto por una máscara, el resto de su cuerpo está cubierto de distintos tipos de postres, desde

lásicos ropajes de la antigua roma, sostiene una cadena en una de sus manos, el otro extremo está atada al cuello de un hombre que anda a

de cerdo, continuo paseando por la sala, buscando alguna cosa que pille mi interés hasta que me topo con una mujer que se deja caer de unas telas que penden del techo, obligando a

a sexy gimnasta recorre mis brazos con sus manos y acerca su rostro al mío dejando un beso sobre los labios de mi mascara y vuelve a trepar hacia arriba con gran agilidad.

a, quizás encontré lo que buscaba, camino hacia ella sin apartar los ojos de su estupendo y exótico cuerpo, el color de su piel en serio es increíble, la rodeo estudiando su silueta, ella desvía sus ojos y mira al suelo, como toda buena sumisa, al colocarme frent

rfume, huele a coco, a selva a placeres salvajes que solo alguien con sus características físicas puede evocar, sin poder evitarlo sonrió, a su l

que resulta ser igual de hermosa que la morena, ella

– su voz seductora me hace reír suavem

rán el suficiente placer, dinero o éxito, dependiendo de lo que busque en el momento y justo ahora estoy bastante

tan elevada que dejo salir sin pensarlo mucho, sus labios dibujan

na apuest

ento ha hecho contacto visual o ha abierto su boca para decir algo – se diferenciar cu

en el ambiente, su sonrisa se ensancha y observa a la morena – oh Atalaya le encanta jugar duro – asegura acercándose a ella, dejando una son

oco de su cuerpo coloca una de sus manos en su espalda baja y le da un ligero empujón

ca se inclina ligeramente, extiende sus manos y sostiene una de las mías,

alofrió de pura excitación recorre mi columna, cuando esc

rió, siempre me ha fascinado la forma en que los pechos de las mujeres se aprietan contra mi pecho. Respiro profundo mientras deslizo mis manos hasta sus glúteos y los apriet

unta con rudeza s

de código de barras, teclea algo sobre una pantalla en la pared y después de u

te – agrega

o, en cambio los míos hacen un pequeño eco en el espacio, al final del pasillo nos recibe una enorme estancia, con sofás, camas, puff, y un área con columpios y otros imple

tremo superior de los postes, luego me agacho frente a ella mientras deslizo mis manos por los costados de su hermoso y exótico cuerpo, por sus piernas hasta alcanzar sus tobillos los cuales rodeo con las mismas agarradera que use en sus muñecas y los separo, para

esde su espalda y

? – su cuerpo se estremece

ast

l 1

de terminar de preguntar y sonrió, la ansiedad la

a pared, mientras desabrocho los botones de los puños de mi camisa, para arremangarlas

n mis dedos, no es muy fuerte, pero para comenzar esta más que b

idad – si algo te incomoda o te duele házmelo saber – ella simplemente asiente y

mente sobre su pezón, que en cuestión de segundos se endurece. Continúo paseando el mango del látigo sobre su cuerpo sin prisa, viajando de un pezón a otro y ejerciendo cada vez m

ampliamente y él se encuentra a unos cuantos pasos de distancia de nosotros, con un

va y dando un sorbo, rio suavemente el conoce mis gus

ocándome detrás de ella, me acerco a su oíd

nto la chica le da su nombre mi

ompañante se acerca a la chica y recorre con su pulgar

sonrió debajo de la máscara y asiento, mientras le tiendo el l

iene el látigo y lo estudia unos instantes, mientras sostiene las puntas de las tiras

mandíbula a la chica con cierta brusquedad, despu

rdiendo su labio inferior, mi amigo ríe a mi lado y niega

o mirar – la chica ríe poniendo sus

vidrio con los látigos, a diferencia de mí, ella se va por uno de clinejas de cuero gruesas con

cuerpo con sus ojos llenos de deseo y morbo levanta el látigo y muerde su labio, posa sus ojos en

e junto a ella antes de dejar caer el látigo sobre su

ntrepierna se tensa y el placer comienza a inundar todo mi cuerpo, mi entrepierna tiembla liger

amiga y yo compartimos ciertos gustos por el dolor, solo que ella suele llevarlo a otro nivel,

biles – le aseguro conociendo por completo los gusto

s mi turno de reír, mientras la rubia deja caer el látigo un

ella y comienza a besar su cuello, rosa su lóbulo con su lengua sin dejar de mirar c

servarnos – ahora te correrás para ellos – dice

dice en tono burlón mientras saca su polla y

más verlos a ustedes pajearse mientras yo la masturbo a e

onte de venus, se detiene y respira sobre su cuello y comienza a dejar besos hasta alcanzar su boca la cual devora con ganas, como si hubiese deseado hacer esto desde que

obre la intimidad de la chica, mis ojos están fijos en como la morena muerde sus labios evitando que se le escape cualquier ruido y yo estoy des

látigo de su húmeda entrepierna, la morena jadea una vez más al perder la invasión y la otra termina de rodear su cuerpo, quedando a su esp

quejaras – deja caer su mano y el sonido hace que mis ojos se desplacen de los suyos hasta los pechos de la morena, que se exponen aún

o

do sus nudillos blancos por la fuerza que emplea al sujetarse de ellas, mientras que sus piernas están te

r

ante la imagen que se desarrolla frente a mí, mientras la morena humedece sus labios y fija sus ojos en mí, su auté

at

en su cuerpo, buscando señales que me adviertan que no disfruta de esto, pero por sus piernas corre la humedad que sale de su intimidad,

nc

ando salir un grito ahogado y mientras sus piernas tiemblan, su silueta está cubierta de una li

ión, deja el látigo sobre mi mano, aceptando su invitación me dispongo a hac

costados, haciendo que se incline hac

uta – ella jadea asintiendo y una vez levanto mi

y toma su polla entre sus manos, pasa su lengua sobre esta y mi amigo suel

y sonrió, una vez más dejo caer el látigo sobre

ios levanto el látigo y lo dejo caer una vez más, solo que esta vez lo hago c

sido una chica mala – jadea entre solloz

se contorsiona y se estremece de placer, mientras nuevamente se cor

e acumule durante la junta de la tarde, comenzaba a pasarme factura. Además con aquello que la gente de market

n tiene espasmos del tremendo orgasmo que ha tenido, elevo mi mascara, dejando solo mis labios

pendo – murmuro sobre

ojo saliéndose del papel que ve

n de darse placer mutuamente, se inclina sobre el rostro de mi amigo y deja un beso sobre sus labios luego se inclina hacia la rub

dice saliendo de l

murmura la rubia entre los

e traído aquí – ella ríe divertida y besa sus lab

hasta su entrepierna y sujetando su erección, camino hasta ello

la rubia ríe y se acerca a mí, liberando a mi colega que me ve mal a tra

negando con la

ues tarde – le espeto a mi

nque estoy seguro que Miller insistirá con el tema – pongo mis ojos en blanco, en cuanto me advierte del tem

ecepción de la salida, tomo mi teléfono y marco el número de Isabella, para que vaya preparando

ches reside

abella bu

uenas noches

e la cena? – le pregunto a mi

ue no los comes – rio un poco al escucharla y asient

en casa en una ho

a pausa y duda un inst

? – a esta mujer la

diez minutos – suspiro al escuc

digo con sarca

i deportivo negro y lo enciendo, esta mujer nos conoce de toda la vida y sabe muy bien que

o haberme ofendido con su comentario con lo qu

tú tampoco te

finalizo la llamada y salgo del edificio dond

Soy de escuchar música constantemente, a mi madre le fascina, por lo que crecí oyéndola y aunque mis gustos han v

sa, que suele pasearse desnuda por las terrazas, es una exhibicionista de primera, pero no pierdo oportunidad de ver ese cuerpo que ha pasado va

mi llavero, después de recorrer algunos metros por el camino de grava hasta e

o haber acabado perfectamente solo con eso, pero mi querido progenitor ha decidió cambiar eso haciendo una aparición sorpresa en mi mansión, la guardo en la guantera,

le que tuvo que viajar y que aplazaran su velada para la próxima semana, además su madre

os minutos – la chica se gira presurosa hacer lo que le he pedido mientras yo cami

– dice al v

bre su frente con dulzura – ¿Qué tal tu día? – preg

me responde en

stapando las ollas, ella me mira mal

tu padre, que no está de muy buen humor est

de las sillas y dirigiéndome a la sala, donde efectivamente encuentr

rmosa – comenta al

s de un artista plástico venezolano en

costara una fortuna, tien

hombros, después de algunos minutos en silen

ón seria escrutando mi rostro como si buscara

– comenta echando andar hacia uno de los

ecto? – el suspira y pasad

mportante de este siglo, si todo sale bien, – lo inter

completo mi interrupción y continua expon

lugares más recónditos y mísero

que te preocupa – las pronunciadas arrug

lugares así de inhóspitos y gratis – pongo los oj

nología como esta si no puedo ayudar a los demás – le explico, esta vez es

millones y millones de dólar

cidad mucho más que tú necesitas esas ridículas fachas o el puto coche en el q

etzler y el auto en el que me paseo los fines de semana lo compre porqu

digo entre dientes tratando de no perder los estribos y

os no son dos dólares

digo andando de un lado al otro, en ese momento I

ora mi padre en cuanto la ve, sabiendo que la mujer puede conve

cho – luego se fija en papa con expresión amable y continua – ¿se quedara a cenar señor? – mi padre niega con su cabeza y camina hasta la

ero por una vez en tu vida no estaría mal que me escucharas

ienso echarme atrás – sentencio

evando sus brazos al cielo, se g

le digo pero el solo gruñe cosas

con tu padre? – sonrió escuchando

ambición de mi padre nunca se extinguirá y no es algo que haya heredado de él, por suerte

me en la mesa que ya está servida, ella se sien

mento después de tragar un bocado

mesa – me reprende, me

endo y ella sonríe un

o – dice dejando sus cubierto

pira y luego de unos segundos

s días libres – rio

le pregunto mientras tomo mi

hablo

é me pide

vuelvo reír cuando vuelve a tomar

me digas que harás como la vez pasada que a los dos días regresaste corriendo

da y tus cosas – hace una pausa y luego sonríe – razón por la que he organ

se tensa, no soy muy dado de

no la has visto algunas veces, ¿te acuerdas de Margot? – frunzo e

a tu cumpleaños hace algunos años – sonrió al finalmente

ya r

días por mí, ¿Qué opinas? – pregu

y mantener esta casa en orden, por mí no hay problemas

onces la llamare y

es ¿a dónde iras? – le comento

esta mi familia – comenta con sus ojos llenos de añoranza y sonrió tomando su mano c

ana, ¿cuándo

tienes ningún problema – ag

o decidas quedarte a vivir –

dejarte aquí – ambos reímos, mient

portafolio y salgo de la cocina, dejándola mientras Jenif se acerca y

eamérica, de uno de los ingenieros que está tra

on – digo

or com

to mirando la hora, son las 10:30 y él no

lo, ¿quería saber si podemos aplazar la presentación algunas horas? – maldigo por lo bajo porque este tipo de e

ninguna de las presentaciones – el ingeniero

señor lo mante

finalizo la llamada y dejo c

sto con rapidez y entro al cuarto de baño, para tomar una

s ejercicios matutinos, luego un poco de estiramientos y finalizo golpeando el saco, para cuando termino s

os día

bata de dormir y el cabello recogido en una maya – mad

na, a las 8:30 tengo una rueda de prensa

as ruedas de prensa y sabe perfectamente bien que mi colega es

go especial para ti? – niego con

tenga activo hasta el almuerzo – c

rio y levanto mis pulgares al aire

azul marino, peino mi cabello y me aplico algo perfume, tomo uno de mis relojes y una vez l

n su elegante ropa de trabajo y

– dice señalando un postre

le el diente – muero de h

iño, ya va

Digrosso – saluda una de l

cias este día vienen cargadas como siempre, de muerte, conflictos armados, políticos corruptos

e? – pregunta mi nana mir

– niego y ella son

buenas en las portadas de los periódicos –

is cosas y salgo de la casa, en la entrada e

e saluda como todos los

por favor – comento en cuanto ing

e casa, para llevarme a lo que promete ser un

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Contenido

Capítulo 1 Mascarada Capítulo 2 Rueda de Prensa Capítulo 3 Siempre chocolate. Capítulo 4 Propuesta inesperada. Capítulo 5 Ainara, cuero y velas. Capítulo 6 La entrevista
Capítulo 7 Noche de Luna
Capítulo 8 Shibari y el hombre enmascarado
Capítulo 9 La chica del antifaz negro.
Capítulo 10 Sueños húmedos
Capítulo 11 Tensión
Capítulo 12 La familia Metzler.
Capítulo 13 Pasos en falso.
Capítulo 14 Un Lunes de locos.
Capítulo 15 ¿Qué vas hacer
Capítulo 16 La Invitación
Capítulo 17 Slave Game
Capítulo 18 ¿Jugamos
Capítulo 19 Éxtasis y perfección.
Capítulo 20 Dubái.
Capítulo 21 Equipaje y discusiones.
Capítulo 22 "Voyeur"
Capítulo 23 Azhar Alabi.
Capítulo 24 Dolor de cabeza y Colette Belanger
Capítulo 25 ¿Celos
Capítulo 26 Mi juego.
Capítulo 27 Drástica decisión.
Capítulo 28 Un discurso sorpresa.
Capítulo 29 Un francés encantador.
Capítulo 30 1, 2, 3... ¡Córrete nena!
Capítulo 31 ¿Y esta zorra qué
Capítulo 32 Putos problemas.
Capítulo 33 Eric Bonner y la Mansión Camaleón
Capítulo 34 Más... quiero todo de ti.
Capítulo 35 El zorro Metzler
Capítulo 36 Watch me burn
Capítulo 37 No quiero que te toque
Capítulo 38 NDV
Capítulo 39 Sueño, realidad y James
Capítulo 40 Luna Llena.
Capítulo 41 Esclavos del juego.
Capítulo 42 Un error que empuja a hacer locuras
Capítulo 43 Peligro
Capítulo 44 Le arrancare la cabeza.
Capítulo 45 No puedo más, te necesito.
Capítulo 46 Confesiones que lo cambian todo
Capítulo 47 Heridas.
Capítulo 48 Ajax y Winter
Capítulo 49 Una promesa en alta mar
Capítulo 50 ¿Enamorarme Es un hecho.
Capítulo 51 Apuesta.
Capítulo 52 Paintball.
Capítulo 53 Chantaje.
Capítulo 54 Traición.
Capítulo 55 Invitación.
Capítulo 56 Perdidos.
Capítulo 57 Nefastos preparativos.
Capítulo 58 Corazones en tempestades.
Capítulo 59 La boda.
Capítulo 60 Lo siento James.
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