quivocarse y perder la batalla
ras siempre sacar ventaja de los problemas que enfrentas, pero hay aquellos que solo llegan para debilitar esa fu
iar de ruta y no correr más a tu lado, te despides de ellos esperando verlos en la próxima vuelta, pero al llegel golpe que te devuelve a la realidad y cargas con el peso de poder terminar con la competencia, es entonces cuando llegas a la recta final y no sabes si lo log
y la persona con la que pudiste salir de ese momento depresivo que te distrajo del principal objetivo, sabes que todo eso se perderá al cruzar, sien
rer el sendero a su lado. Llega el momento de despedida, los miras, sueltas todas las lágrimas que guardaste y les compartes un abrazo, les dices adiós y t
de nuevo ese miedo de batallar, pero sabes que