arla, fue tan rara esa experiencia. Seguro que muchos me diréis que estoy loca, que me drogo, pero no es así, me sucedió de verdad. Deseo y solo te pid
empe
ía dejado de trabajar ese día, la luna le sustituía e
l resto de mi familia hablaba con mi hermano, éramos cuatro en total, todo iba bien, solo hacía un poco de frío, pero era normal. Estábamos en medio de un pais
jeros se cayeron de sus asientos, pero el capitán nos tranquilizó diciendo que solo
as las veces que el tren se balanceaba, p
empujaban y me aplastaban, llegó un momento en que me costaba respirar, cuando de improvisto el tren empezó a caer, todos gritaban, y yo había perdido de vista a mi familia. El tren seguía cayendo, solo podía distinguir un pronunciado precipicio por las ventanas, me agarraba
e contra las paredes del vagón, fue aquí donde perdí el conocimiento, no pude ver, ni oí
taba allí, pero las llamas lo consumían, habían abundantes trozos de cristal desperdigados por el suelo, maletas, papeles, dinero, pero nada de eso me interesa
niebla, árboles desnudos y grandes paredes, pero frío ninguno, la luna seguía allí, en el mi
muy agradable. Al instante el suelo crujió, me di la vuelta y observé detrás mío, entonces el suelo cambió a un color negro, a continuación el mismo sonido de antes sonó delante mío