algo de ropa, porque mis pantalones de anoche y la camiseta de Eli, que es
limpia y planchada y unos tacos que ya me duelen en los pies. Insegura con mi vestimenta, me atrevo a preguntarle su opinión, Eli
co más chillona de lo normal. Leva
asiente y se reac
el espejo de mi cuarto. Me veo vieja con una blusa que mues
y trasteo en mi armario, poniendome algo nerviosa por dejar tanto tiempo esperando a Fabi
so de una cadera a otra. Esto, con los primeros jeans y esa chaqueta de cuero que me muero por estrena
velocidad y sa
í me
nsecuencias de mis daddy issues o quizás la falta de aprobación masculina a lo largo de mi adolescencia, pero no puedo evitar desear ser esa mujer a la que no le pasan los años por encima y que va por la calle llamando la aten
salto, mete las manos en sus bols
vamos?- alza ambas cejas y comien
a satisfacción es obvia en mi rostro, lo cual es algo vergonzoso. Una treintañera sintiéndose orgullosa porque un
, and
imiento, solo que descansa su brazo en mi cabeza. Avanzamos hacia mi auto, donde él debe encogerse para caber en el a
guien aparece gritando: "Fabian" "
la cabeza dentro del auto,
eando desaparecer -Ven a dar la cara, y tú, zorra, que sepas que jamás te hará t
es más de la que a Fabian le gustaría que yo supiera, porque aquello es
ómodo -anda nomas
tan solo pasaban en las telenovelas, pero al parecer Fabian consiguió una novia dramática que no tiene miedo o vergüenza de hacer show frente a un montón de personas. Gr
imiento a esta mujer. Habíamos hablado sobre una fiesta, a quién invitaría, que comeríamos y tomaríamos, pe
es y luego decides apagar, es algo que va y viene sin que lo puedas controlar, aunque con el tiempo aprendes métodos para evitar que las emociones vuelvan cuando no deberían o más intensame
serable como en realidad me siento. En algún momento empiezo a sentirme mejor, o tal
que todos los presentes son amigos de Eli que ya tiene sus parejas o gays
ailar me canso y decido
ombre, alto, delgado y con un most
demasiado
rostro, porque me da una sonrisa
a mi lado, un poco m
le así que me esfuerzo por encontrar su nombre en mi memoria. Me t
sonido -, el pr
mi
stado? No te
- sugiere inclinando la
uere rápidamente cuando se
ie
está demas
mi boca y el escote indecente que por alguna razón pensé que era buena idea ocupar, pero al parecer llama demasiado la
emás tiene mal aliento y las uñas sucias.
lola y ahora estoy disfru
oft: Cualquier
segundo pienso darle unas palmaditas de conso
a educación si m
mi amiga p
e otro hombre que
antarse y dejar que el hombre golpee su espalda
us ojos refulgen con un deseo que no se como recibir, pero al me
pción que hacer espacio para él, luego pasa el br
on sospecha, ¿de qué? No tengo ni idea, pero sea lo que sea no
ti, Ris?- enfatiza
seguí tr
- me in
lo que me gustaría, pero bueno- me en
o que me gustaría ahondar, prin
para lo qu
doy un codazo en el abdomen para que se comporte. Es como si volviera a ser el niñito de diez años
odos mis novios, que tenían que esperar al menos un mes para poder acercarse tanto como él. O como solía agarrar mi mano cuando salíamos a comprar pan para la once. El problema radica en
la última pel
ha visto alg
mano de mi mejor amiga y yo -, vi Iron Man uno, pero solo porque Fabi me obligó- lo
as arregla para poner mis piernas sobre las de él y descansar sus manos en mis muslos. No sé cómo lo hace para pare
n la mitad de la pe
o y con el comportamiento de Fabian no ayudaría mucho a mi causa, que no es conquistar a Anto
arme donde están la
voy a ponerme de pie, pero Fabi ejerce presión so
puedes encontrarla por ti mismo- ap
sillón y quedará como un tonto, admeás de que su plan
yo la empujo con mi mano, causando
é mi
o y aprovecho de salir del sillón, escapando de s