da buscando por los alrededores pero solo quedaba el bulto de ropa en el suelo y nada más. Una de las razones que le preocupaba
marcas lobunas en el césped. Se agachó y las repasó c
había conver
acerlo o eso era lo que ellos habían creído. Estaba en la mitad del tiempo. Además la primera transfor
ás jóvenes podían correr kilómetros sin medir su fuerza. Las emociones eran dem
ho tan fuerte que él podía saber a precisión como se sentía ella y consolarla. Incluso sus pensamientos se entrelazaban si estaban cerca. Después
oyó preocupada- No es norma
ropa para transformarse pero un olor conocido ll
ertencias de su familia. Lo había captado mucho antes que nadie y su cuerpo solo reacciono por reflejo. Pero ahora no podía ubicarlo, t
do pasara a una inmensa velocidad a su alrededor. No podía decir que era una sensación agradable. Cada vez
l musgo fresco, la tierra, las diferentes flores que no podía ver. Sus oídos palpitaban, hasta el lev
ro de la tormenta de nuevas sensaciones en su interior. Todo volvió a volverse borroso pasando por su lado hasta qu
sus ojos. Intentó quitarlo con las patas delanteras, el olor del líqu
orriendo a pesar de que en su cabeza solo anhelaba estar con su familia. El dolor ahora le permitía que su conciencia estuviera de vuelta aun
emido lastimero, ella sol
te de ella. Priscila no podía saber quién es su nariz
cto seguido el dolor fue historia. Como por arte de magia y Priscila se quedó muy quieta
vamente solo para ser invadida por aquella deliciosa fragancia. El olor de un macho alfa, d
horra- el hombre acarició la cabeza, solo podía sentir una suav
razo que lo hizo retroceder y quedarse mirando a la loba sent
s resonó fuerte cerca de
d en un momento de desesperación al recibir el mensaje mental de Nebraska que su
después a la loba y no había duda, su hija tenía un olor característico. Se ac
rendida -¿Estás jugando conmigo Hades? Solo n
iró por enci
alfa con atención queriendo ir con él Te explicaré después-
alzó u
ue decirle eso- el pelirrojo metió sus
pero César le había advertido la última vez que lo había consultado, debían pasar años antes de que ocurriera pero ya no había vuelta atrás. Y lo que más le preocup
le ordenó Hades acomo
lado. Hades se alarmó al ver restos de sangre ma
así se va a preocupar si te ve en
nuyendo, sus dedos formándose, su cabeza llenándose de cabello oscuro en hondas que le cayó sobre su rostro, y todo sin mostrar la menor expresión de dolor. Como
y recostó su barbilla sobre su hombro mirando hacia atrás. Layan estaba tan i
cuando ella había nacido, tan pequeña que cabía en sus brazos pero aun así demasiado poderosa. Ahora, años después evitando visitar a Nebraska o las reuniones con Hades solo par
ía que explic