ic
ión típica del norte de Washington estaban dos estructuras en forma de semi-circulos de color negro y uno en forma de octágono en color mostaza. Era una impresionante cerca de alrededor de ciento cincuenta metr
e me había recogido amablemente en el aeropuerto. El hombre sonrió
estudiant
ie
ecretaria que me recibió sonriente cuando bajé del auto. La tipa estaba buenísima
rioso, dentro los pisos eran de mármol y justo mientras caminábamos por los pasillos el timbre sonó
que no le oía muy bien y no pude más que sonreír y asentir como el idiota sordo que era en aquel lugar lle
as abiertas y cuerpos menores de edad. No, señor. No para mí. Y no era por Clementine, eso lo tenía claro... La pobre era ninfó
Coldman lucía en una placa en la puerta y me atreví a tocar con los nudillos un
poniendose de pie y abotonando un botón de su saco- Es un place
ra sincero, sabía que existía una sola posibilidad de que me in
eo que me sonroje como un crío. Okey, sí, dormí con mi profesora de tesis, ¿Y qué?
Al
nicos en la escuela con los que tenía una amistad, Éramos un trío de desadaptados y nos llevábamos muy
di un corto brinco cuando Sop
etención, tonto- le recordó
vo. Lo miré alzando una cej
enía que enterar?- le pregunte mien
dejó fuera de combate al capitán del equipo de atletismo- dijo Soph
dedos- agregó Michael, lo
o vi
iblioteca y las oí- confesó robando la manzana que
ije irónica y me sacó el dedo del medio-En serio, chicos. ¿Un nuevo profesor? Sólo
ono misterioso Soph mientras yo me encogía de hombros y aprovechando la distracción de ambos, robé