a era estudiar todo el día, tratando de mantener mi mente ocupad
acía falta Valeria, Calina, mi papá y aunque no lo iba a aceptar en voz alta, Valentina también. En dos meses había logrado encariñarme con Valentina, más que eso,
de mis pensamientos ni un minuto y a medida que pasaba el
l escuchar la voz de María
é hacía referencia, ella sonrió a
ebemos presentarlo para la próxima
aba quitándole seriedad a la situación
te vendría bien – Medite un momento la propuesta, estaba a punto de negarme como siempre, cuando mi celular
ducía incomodidad y nerviosismo. María era una chica linda, pero después de la decepción que había sufrido con Valentina no quería saber nada de enamorarme – ¿Bueno? – insistí despué
i corazón latió dolorosamente, sentí que toda esa t
por ser grosero, pero me sentía tan mol
iero que dejes de decirle a Valeria que te usé, yo no te di
Aclaré – Si eso e
ía sido todo mentira. En lo profundo de mi corazón esperaba algo imposible, esperaba que ella realmente sintiera lo que había fingido sen
su voz, pero me fue imposible. Respiré profundo trata
un operador cuando la llamada llega a su fin. Sentí esa amargura en mi pecho, las manos me temblaron, no sentí ganas de llorar, no sentí dolor, solo amargura, amargura y una profunda tri