y? ¿Qué lug
dentro era verde brillante y sus pétalos eran tan suaves como el algodón. El ambiente era fresco, como un día de primavera, el viento soplaba lento como acariciando mi cue
todavía traía conmigo la caja con la que había salido de la
a regresa
con las colas tan extensas que me recordó a la leyenda del ave fénix. Me levanté, tomé mi caja y caminé un poco, recorriendo así con la mirada el lugar en el que me encont
s se al
se detuvo el viento, los árboles dej
un bosque colorido, era donde estaban los árboles que parecían un arcoíris y debajo de ellos habían muchas piedras preciosas, cantidades tan impresionantes que me hicieron tropezar, caí sobre mi caja de cosas - se rompió mi taza - mi cabello se fue hacia adelante entrando
ra solo falta que
u cara, un hocico pequeño y con dientes que se asomaban solo a sus costados, filosos como cuchillos, no tenía orejas, sino unos orificios al costado de su cabeza del tamaño de una canica. Una voz en mi cabeza me decía: no te muevas o te come. Pero sentía mucho miedo al v
comas, yo no te
lló en un soni
en seco - si me comes
cuando tiene miedo, como si est
de las plantas coloridas evitaba que los viera, noté en la cima del árbol muchas de esas joyas que estaban caídas en el bosque, eran muy brillantes, pero al tocarlas eran suaves y parecían jugosas, pensé en morder una, pero no podía hacerlo, ¿cómo
ea en la lejanía, así que empecé a gri
ien me ayude! ¡
pero no pasaba nada, n
n responder, estaba petrificada ante todo lo que estaba pasando, me encogí en la copa del árbol para que dicho animal no lograra alcanza