a. Abrió sus ojos y miró a su alrededor, su cuarto de siempre, su
acarició su rostro, y pensó en besarlo, pero
de la noche anterior, el cual, la había hecho despertar bien cachonda,
éxito, ya que el joven era de sueño pesado. Entonces, cerró los ojos, y
da. Miró a Tom, dormir profundamente
ó a acariciarlo suavemente mientras sus niveles de excitación aumentaban de forma frenética, y, con s
oris se volvían cada vez más intensos. Sentía que estaba a punto de correrse
os ojos y comenzó a recrear
r chicas desnudas, todas jóvenes y bellas, y, de
a para prolongar su éxtasis lo más que pudiese. Quería aprovechar cada
y labios descomunales. En solo un pestañazo, Emily se vio desnuda también. La chi
exclamó, arrepintiéndose rápidament
tada en el suelo, y la chica del cabello largo estaba sobre ella, recorriendo con
atégica, la miró fijame
su mano derecha, que era ella quien se estaba proporcion
ociese un poco más a sí misma. Apretó sus rodillas una contra la otra, sin retirar su mano
carriba, con las manos hacia atrás, mientras su pulso se desacele
mpo despierta car
rviosa de ocultarle a Tom su reciente aventura. Pensó en
el chico. Ya es un poco tarde, y
ió Emily. Tengo mucha
ntan como cosas por hacer? le dijo Tom riendo con
en mis sueños. pensó, pero, en lugar de ello, le dijo: Muy gracioso, Tom, ¡No
saltaba de la cama a la ducha. ¿No quier
ando, pero se sentía tan satisfecha debido a su j
no tengo ningún motivo real para levantarme temprano.
frente y bajó a la cocina para comer
la luz del sol, y se quitó la bata de dormir que ya se le hacía enorme. Caminó sin ropa por su cuarto de una punta a la otra, pensando en alta voz, sin preocup
onocidos por ser magnates del petróleo, y poseer varias riquezas y propiedades en la zona, lo cual los colocaba en la
cual luchar o sentirse interesada, como es típico de las personas que siempre han
la universidad, y las madres planearon dar a luz a la misma vez con la esperanza de que sus hijos fuesen buenos amigos. Pero desde el mome
y lacio caía por su cuello, destacando sus verdes ojos y su piel clara. Sus labios eran carnosos y su sonris
idades eran la razón de que Emily
s? se preguntaba cada m
a, no solo lo conocía desde que nació, si no que era con el que más tiempo había pasado, ya q
re que es más listo y que tiene más amigos que yo, quizás lo amaría. pe
ersona que aparentemente lo tenía todo, podí
en las mañanas pensaba, y en las tardes salía de c
lo tenía a Tom, a quien había intentado decirle antes cuan sola, vacía y aburrida