pá que no quieres entrar
-se levanta a c
duaste y por recta obligación tendrás que
ará! -se recoge el cabello
no un agente secreto -reviso en los cajones
enoj
tarde o tempran
e todo el dinero que gastó en la es
lema para él. Nos adora, comprenderá que
a de partir! -ma
que hay que optar por la comodidad. Recojo mi cab
e me tira encima, en tanto Sam se ve más tr
l lo entender
garabía, está como loco mostrándome su reloj por la ventan
re. Que coma saludable, que me mantenga abrigada, que evite e
elo quinientos noventa y cuatro con desti
no lo hubieses alcanz
rlos siendo yo la que termina llorando. Soy un soldado, pero tengo cierta debilidad
se -me
os alcanzo a leer ya que la azafata me indica que debo apagarlo. Acato la
la cabeza recostada sobre mi hombro, está babeando mientras que sus lentes
dos. Le pido comida a la azafata, a la vez que saco el móvil a escondidas. No t
ver la foto en el Royal Opera House a la mitad del concierto de Bon Jovi. Recuerdo tanto ese día. Las manos de Bratt sobre mi cuello y
nidad de conocerlo hasta que cierto día estábamos en la cafetería. Luisa y Brenda hablaban de lo atractivo que era. Curiosa pregunté
con sus amigos. Volteé con di
meralda resaltaban en su atractivo rostro. Pese a que tenía un corte e
se cruzaron. Me sonrió con coqueter
ercibía que el rubor era demasiado. Por lo tanto, me desp
areció mucho más guapo. Su estatura lo ayudaba bastante, medía al
preguntó metiéndose las
dí como si no supie
rabas, te vi -hablaba d
te conozco -intenté abrirme paso
odeos- Nunca unos ojos tan hermoso
o, era obvio que se la
o y dices que ¿Los únicos ojos herm
idiotizada con
dia escuela está detrás de mí - contestó ta
o contener la lengua
os -propuso alargando
-me abrí pas
de mis amigos, estaba en los mismos sitios donde yo
r tan fácil, sabía sobre su fama de mujeriego y rompe cora
r y también me enseñó la ciudad de Londres. Todos los día
bajo las estrellas hasta comer en los restaurantes más lujosos de la ciudad. Me cuida como si fuera
s, me acomodo en mi puesto v