administrativo. Respiro hondo antes de entrar, no sé, pero de un mome
las manos y me tiemblan las piernas. Laurens, la
bocanada de aire y le hago fren
on un saludo militar mirando para tod
jos bajan hacia su puesto com
os me miran como si fuera una sabandija, mi cerebro ignora eso concentrándose en la belleza que
sus órdenes -avanzo c
nutos esperándo
-paso saliva- La
n de jeroglíficos, llamas y a Anúbis. Observo que ambos brazos los tiene entint
caso justificar el motivo de ser una in
» La fama era to
de mi cuerpo de un pie a otro. Me gus
etir -responde airoso- Porque s
S
ina se casó con él, tienen la
, s
fecta del tatuaje que tiene encima de
tenientes y sargentos de la lista -me ofrec
rdene,
te, puntual, odio que la gent
a un récord incumpliendo órdenes
or. Permiso para r
acBook dedicándome la ignorada del sig
a estipulada la sala de juntas está llena con todos los capitanes, tenientes, sargentos y oficiales
ta con planos de Múnich, Si
e todos le dedican un saludo m
a- Para informarles sobre la nu
s como un tomate, va dando traspiés mientras camina. Siempre he pensado que es un
tor se enciende reflejando las
pezar, tengan presente que será una de las misiones más largas que hemo
el v
ón delictiva más peligrosa del mundo en el negocio de tráfico. Trafican órganos, drogas, mujeres, hombre, niños y recién
inculpan, entre ellas hay un sin fin de pe
llamado los Halcones Negros, el cual ha atacado ciudades como Seattle y Nueva York. -explica el coronel- Lo
tras cambia las imágenes
e dinero con el fin de desestabilizar a gobernantes y senadores. Con la misi
tenemos hasta aho
oblemas, nos acaban de reportar que la esposa y los dos
nas, el proyector se apaga y t
rmando un perímetro de vigilancia y espionaje en las ciudades principales donde están op
la ciudad- El capitán Miller estará en Moscú, el capitán Lewis en Múnich y
empo que estuvimos separados». Así es la milicia,
preparar la tropa y alistar
intento hacer lo mismo
el capitán Thompson
amos la secretaria, el
cuando "Reglamento perfec
ada y con más experien
o. Es torpe y golpea el rostro de
cea con las meji
lanzándole una mirada envenenada
l suelo encima de la estructura. Los hombres no se mueven a ayudarla. Sie
-murmura acomodá
mal sitio -le ayudo a r
el coronel. Desde su posición parece que le estuviera