a la cocina grande de otra época
amos para que te en
ño podremos almorzar algo para de
eñora Cristi
anos para subir solo cargando su mochila
a algunos crujían bajo sus pies, alg
a, esta será t
ermosa al jardín tra
o de su hogar en el balcón, por lo que
dividual que tenía un edredón tejido a mano de colores rosa, m
algo polvosa también c
a después de limpi
igua, una silla cómoda, armario para su ropa, un tab
aras que se verían ro
to es como un sueño,
stal de la ventana y el aroma de las rosas
s blancas jaspeadas con rojo, tal vez alguna cruza d
ro debes de tener cuidado co
der a otras flores
emente celos
ellas reinan e
a naturaleza sonreía contenta mientras que
oradas, rosas, amarillas y blancas exhalaban con
canta
cias Señora
te Cris por f
ando esta puerta justo
ediría que la usaras poco, porque n
uidarla, d
bañera antigua en medio de la
al fondo con una ventana qu
de limpieza, pero se apreci
oallas, puedes us
comodar tus cosas baja para que
ristina sobándose s
e sería mucho a
personalidad me dicen que eres muy dulce,
e sería una buena id
cabello y su aspecto para que nadie la reconoci
a preocuparse de
sar que algún día
la sabí
eguir viviendo bajo sus térmi
a Cris, me apresurare
ra había aceptado camb
ue se daba prisa para sacar sus pocas pertenencias de la enorm
un poco los estantes par
corazonada de que la chica estaba huyendo de
la estación de trenes, pero su ropa se veía c
ucación y refinamiento, pero no quiso asustar a
e se abriría con ella y le
nderse y recapacitar de sus actos sin que
ica linda como Celeste,
misma l
a debido a los golpes y maltratos que su
padre le rogó a su madre que huyeran junt
gó y eso le costarí
ía conocido también en el tr
no a la ciudad en el se tren para encontrar mejor
ndose casi al minuto de charlar y no se
dijo su cuñado cuando después de so
en una iglesia con solo el h
los entriste
asados trabajó muy duro has
prospero y la providencia los bendijo con un hijo sa
auro Laponte creció sano, feliz y fue un niño
su padre si
rrándose firmemente del pasamanos de madera mientr
parar algo sencillo de comer para las
había dedicado
Celeste después de la ducha y
as con cuidado mientras que escuchaba la voz m
el último escalón casi brincandolo con lo que
e bueno qu
tá lista, pero lam
o pero después de almorzar iré p
s ayudarme a r est
y Celeste las colocó rápidamente en la mesa
debes de estar hambri
s estrellados con pan tosta
bellamente y dispuestas en una charola
ó en la mesa sencilla de la cocina junto con
etía ser pacífico y provechoso
y las dos pusieron manos a la obra c
tina le dijo a Celeste que iría por víveres al mercado
ó revisar las hierbas
a, Celeste se sentó felizmente en la tierra tarareando una linda c
as de tierra, Celeste sintió una extraña
nía alguna noticia de una joven desaparecida, la señora Cristina encont
stina se acercó lentamente al huert
re deseó tanto ha
debido a sus previos abortos que la
*By Liliana Situ