les
ente, aún recuerdo su sonrojo cuando me confesó que era virgen, esas palabras fueron un bálsamo para mi corazón, el hecho de haber visto a Sal
e deseo y eso era lo mejor de todo saber que sería mía y de nadie más, pero la sola idea de tenerla
n como espirales en la blanca almohada y su bello rostro, ese que estaba adornado por sus lindos ojos y sus tupidas pestañas, su nariz respingona y esos deliciosos labios
lo suaves que son, soy el hombre más feliz por saber que solo yo he recorrido y besado e
ue estás hac
creo que tenía pesadillas, de s
, des
dejó sin aliento, se dio vuelta y me abrazó. Se apoderó de mi cuerpo de form
í que dormí
me acomodé y dejé que se apoderara de mi cuerpo como ella quisiera, no me op
junto a mí se removió y quedó de lado dándome la espalda. Por favor, Sara, que hicist
atando, pero se
ecorrieron su cuerpo, su pijama o el camisón que uso como pija
su suave piel y ese fue el detonante para mi amigo, que ya estaba duro y listo. Quise apartarme, pero en ese mom
o ves que estoy muriendo,
caño, no soporté más y le di la vuelta me ubiqué sobre ella y no lo va
aste
a mujer no sab
cho para
ara darme los bu
boca. Me la estaba comiendo con mis besos,
e acomodó debajo de mí y una de sus piernas se hiz
u boca y la mi
hagas esto
sé, no me lo re
habitación. Sí que eres estúpido Charles. Salí direc
r a café recién hecho inundó mis fosas nasales. Estuve a punto de
veía tan tierna-. Preparé desayuno, está en la mesa
mo niña traviesa y ese trasero que hacía levantar el camisón un poco más mostrando casi el inicio de sus pompas, aunque ella intentar
os. No sé si lo hacía con inocencia o era a
acias,
ico que p
así que te puedes ca
roceso de vestirme. Oí caer el agua y mi cuerpo empezó a delirar porque quería dejar todo tirado y en
uedes dañar lo que has
elicioso, lo comí todo con muchas ganas, después de terminar lo míni
ue eres el pa
mojado, era como un sueño verla, Sara es única, no se avergonzaba de ella ni de nada de lo que hacía, me encanta eso en ella, en cambi
preci
spués dio una vuelta para qu
mbién por recoger, aunque no te hubier
debes tener muchas cosas para ha
mpre. Me sentí mal cuando la vi quitar su herm
que tu digas, cie
ve, la tomé por el brazo, pero ella no se d
hacer, me siento tan feliz contigo que creo que esto e
hacia mi mano que la sost
pero si tienes compromisos no te
ue este había estado timbrando temprano. Lo miré y lo coloqué en la mesa
n todo y ropa, hasta cuando vas a dejar de ser un cobarde y tomar las riendas de tu vida con ma
i abría la puerta, pero no salió en toda la
ido y salí de
anas a su departamento, quería pensa
pero ella, ella con sus lindos ojos y su bella sonrisa me hacían tomar fuerzas para viajar hasta el universo y
metido tan
y bajé del auto, entré y pedí para llevar, ella había preparado un
las pastas y los mariscos, así que ele
nó una vez más, rayos Emma y su impertinencia, r
i am
e causaba vérti
as estado llaman
ndes de esa manera, que
e llamara de
bien, dime
e que mis padres y yo vamos este fin de se
loca! Miami. Y dejar
poder Emma, voy
cupado? Si ya no tienes
ra y debo resolverlo, es más cuando regreses
Así que tú asunto de trabajo déjalo
verdad n
nes conm
elación con ella... "Un momento, Emma viajó a otra ciudad hace 4 días y nadie le
trabajo y una responsabilidad que cumplir, así que te g
a llamar. Miré a todos lados te
do rechacé su invitación, por primera vez
a botella de vino, no sabía si a Sara le gustaba el vino, así que compre uno dulce y de paso llevé vari
to, toqué el timbre, obvio
e vía tan tierna, ya no tenía puesto el vestido sino unos shortcitos de mezclilla bastante cortos que se perdían en su entrepierna y una blusa de tirantes que le
nsé que n
.
cía soñar despierto, estaba tan sensual qu
edar allí o
izo a un lado para que entrara. No
ta me di la vuelta y
morzar y bebidas, no se cual te
las bolsas y las tomó
la mesada para cambiarme de
de comer y no tienes por qué c
miró c
on estás
y bajé mi rostro hacia el de ell
éjame atenderte. No quise que me mal
strándole el sofá p
dejaré
ariposa. Yo estaba que moría por recorrerla por completo
pasta a la
on los ojos en cu
e gusta la pasta co
io un beso en la mejilla. Me hu
na vez te escuché decir qu
prestarás atenció
ez qu
s platos fui por l
das, no sé cuál de
lo mostré, luego la
varias, todas me
un vi
ce, como
cuando la vi feliz
tó de su vida y de su abuela Adela. Me reí mucho d
namente, le enseño a tener valores y principios, a respetar a otros, pero sobre todo a
ad tiene
rezco de
ad nunca había
r inseguro. Ella necesitaba un chico de su e
lo que estuviera a punto de iniciar, aunque me esté enamor
amiento termin