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Historia
LA ELEGIDA

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Capítulo 1 LA ROSA QUE SE CONVIRTIÓ EN PUÑAL

Palabras:3150    |    Actualizado en: 05/04/2022

ne ojos color verde con una pizca de miel y el cabello es de un negro profundo. Becca, como le gusta que la llamen, está muy enamorada de Asbe

enérgicas, como si aquello se tratara de un tipo de danza extravagante. Y ¿cómo no amar

, y la tristeza ahogó su corazón con un dolor y soledad inimaginables. Sin embargo, allí estaba Asbel, el chico más cariñoso, atento y lindo de la escuela, con el que pasaba los campamentos cada verano desde que ambos tenían seis años. Fue él quién estuvo presente

ía genial tener una familia, y más divertido aún tener una hermana, ya que ella era hija única. Es así que poco a poco lo fue asimilando y puso de su parte para dejar

éstas eran una sola, sin distinción. Asistía allí desde los tres años. Ese amor apasionado por la música lo había heredado de su padre. Cuando danzaba al son de ésta sentía que podía volar, cada melodía la tomaba entre sus alas y se sentía en la más inmensa y única felicidad. Era allí en donde creía que el cielo era real. En cada movimiento, expre

en frente de todas sus compañeras y profesores, fue realmente maravilloso que hasta parecía extraído de una película. El muchacho hizo su entrada por la puerta principal. Sus mejillas estaban más sonrojadas de lo normal. Sostenía un ramo de rosas rojas entre sus manos. Se acercó

casarías

en medio de una explosión de

Claro q

la mujer más feliz del mundo entero. Estar en el lugar que más amaba y haciendo lo que le fascinaba, junto al

futura vida juntos, hasta hablaron acerca de cuántos hijos ten

n donde se dijeron su primer "te quiero", y con un beso profundo le dijo una v

al cuarto de su hermana y le contó todo lo que había pasado. Pero ésta no parecía muy contenta por la noticia, aunque de todos

.

a la habitación de Asbel, y no quiso llamarlo porque le pareció que sería una bonita sorpresa. Mientras subía por las escaleras, le pareció que éste no se encontraba solo, ya que podía oír voces que provenían desde allí. A medida que se acercaba a la recamara le pareció escuchar risas y la voz de una mujer. Pensó que tal vez se trataba de la televisión o algo por el estilo, pero no se detuvo. Al abrir la puerta ¡no lo podía creer! As y la que había aceptado como de su propia sangre, su hermana Gisell, estaban juntos. Las lágrimas explotaron de sus ojos y se deslizaban por sus mejillas como la lluvia intensa de verano. Una tras otra caían y golpeaban el piso de madera del pasillo. No dijo nada, solo se dio media vuelta y bajó por las escaleras

ba decirle, ya que la pobre muchacha no podía modular palabra alguna, el llanto producido por el dolor la sofocaba. Pero aunque no se entendía muy bien lo que decía, realmente quería y necesitaba hablar con alguien. Su madre le pidió que se calmara para poder entender lo que le estaba diciendo y comprender qué era lo que había ocurrido. Después de unos minutos de haber recuperado el aliento y la calma, le contó lo que había visto y vivido. Ella un tanto sor

Un silencio que a la vez era tan

pasar pronto. Debes calmarte y

ía aceptar y le pidió furiosa qu

había traicionado alguna vez a su madre. No, no podía ser, su papá no era así. El dolo

gún ella, todo eso seguro no era para nada importante. Ni siquiera su madre podía ver su dolor y desilusión. Sentía que no le quedaba nadie y se qu

ar con ella. Valeria, con el propósito de que todo se solucionara, lo invitó a pasar. Él desde afuera de la habitación le rogaba que aceptara habl

o idiota, pero por favor , ¡tienes que creerme! Solo te am

espués de llevar una hora suplicándole, la muchacha solo le dirigió la palabra

volver a ver en toda mi vida!-

lo contrario. Cuando aquel ya se había dado por vencido, Valeria le dijo que intentaría hacer

u hija. Golpeó a la puerta y le pidió que la dejara pasar. E

un error dejarlo ir así sin darle una oportunidad y aunque Becca aun

era de su recamara. En vez de apoyarla a ella, que era su hija, defendía a aquellos dos ser

Estaba deprimida, destrozada y no le encontraba sentido a nada. Además

, así que era imposible o casi imposible de hacerlo. Quedaban tan solo un par de meses para que finalizarán las clases y también para que llegara su cumpleaños. Aunque este último, no le causaba nada de entusiasmo. Había planeado su fiesta junto con su

ó a preguntarle qué le había pasado y por qué no había asistido a clases, pues todo

¿no te parece? ya que todo se sabe en los pe

cibió por parte de Becca, se quedó sorprendida y molest

la rodeaban. Había elaborado un mecanismo de defensa y por este motivo, no lograba

r más que lo intentara, tomó la terminante decisión de irse a "Lago Azul", el pequeño pueblo en donde vive su abuela paterna, Eloisa. El cual queda a cientos de k

cibirla sin darle ningún sermón ni mucho menos. La muchacha estaba determinada

.

secundaria. Lo mismo de siempre, en donde se elige a la reina y el rey de la escuela, etc. Ahora todo

que a pesar de que se había vuelto antisocial y hostil con las personas, aun guardaba mucho dolor en su interior que atormentaba su corazón consta

n estar muy felices junto con sus familias, tomándose fotos y llorando de alegría y emoción. Allí tam

no haría nada para detenerla porque en pocos días cumpliría sus dieciocho años. Valeria no le reproc

omo el de estudiar juntos en la Universidad y por sobre todo el de formar una f

usaba dolor lo dejó en aquella triste y oscura habitación. Como las cientos de fotos con As y su hermana, los osos de peluche que le había obsequiado durante todos los años de amistad, las cartas d

Valeria la esperaba para despedir

e te haga cambiar de opinión. Solo quiero decirte que te

la iba a extrañar?. Aquella demostración de afecto al parecer no provocó ningun

ós..

lágrimas lograron penetrar las persianas de acero que había decidido cerrar para no

avión que la llevaría lejos de

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