a en pie y en pleno apogeo cuando las luces de la cuidad se encendieron. Su s
ntras señalaba a una chica que pasaba. Jada, quien era la gerente del vestíbulo de
o incriminado y acusado de soborno, por lo que ahora estaba cumpliendo condena en prisión. Así mismo, su madre, quien se había tomado la situación muy a pecho, había colapsado de tal modo que no era c
mente, su buena amiga Lainey Li le había comentado que los clubes de noches eran particularmen
adelante para poder ganar dinero, además, creí
erando, si los atiendes bien, te darán una buena
ary era baja y claramente nerviosa, a pesar de su nerviosismo, ráp
ca hija de tu familia, no solo papá aún espera tu ayuda para limpiar su nombre y sacarlo de la cárcel, sino que mamá no puede
a Emma Zhou la había guiado, con las instrucciones de Jada, explicándo
lta que su altura original de un metro sesenta y siete, pero, como no estaba acostumbra
al bajar las escaleras, parecía que había entrado en otro mundo, ya que era silencioso de manera poco natural. Nunca se h
caminó a la habitación ocho, se armó de valor
na conversación animada, sin siquiera notar su presencia. Temerosa de ofender a alguien, Mary bajó la cabeza y se dirigió direc
stado atención a Mary desde que abrió la puerta. Sin embargo, tenían un invitado muy importante esa noche, por lo que debía mantener una buena imagen y darle una buena impresión, aunque no significaba que estuviera por encima de la apreciación. Ciertamente, su primer pensamiento al ver a Mary fue que era una bellez