AN
ue iría a ese viaje, tanto tú cómo papá est
había echado para atrás y ahora ya no quería
de parecer. Ya te dije el porqué, como igual la fies
a por la fiesta, eso la verdad
mi padre trabajaba estaba en guerra con otra parte de América. ¿Por qué los hijos teníamos que pagar por errore
starás cumpliendo tu sueño de cantar en un escenario y festejaremos todos -me abraz
a visitar a Anto? En unos días regresa al internado,
cil deshacerme de ese bobo, porque así quedaba cada vez qué miraba Anto -Sabes -añadió -ustedes dos me recuerdan
pre se han querido como hermanas, y Anto y yo teníamos
rmana pequeña que nunca tuve, aunque
in duda. Lillie siempre ha sido muy t
o heredó de él. Por algo e
sar -Y pensar que tu hermano s
sobre lo de mi hermano -hice
reocupante -Te imaginas si tu hermano y ella llegan a casarse, será como tener la ver
mente bien, es su naturaleza, lo lleva en la sangre.
, y mi amiga hizo bien, si no le ponen mano
hacerlo. Porque solamente por el simple hecho de que éramos mujeres, no podíamos ser parte
mi hermano. Minutos después nos enc
ra -replique -Y disimula un poco tu emoción, si no quieres
inmediato con nerviosismo, pero
. Si como no, y yo soy la
o se ha dado cuenta es ella, pues siempre ha estado más enfocada en quererle partir la cara, como
as afueras de la ciudad estaban las propiedades princ
extensa, los Mancini tenían el más grande imperio como también las empresas más cruciales y grandes del paí
a Alessio. Baje de inmediato, no era necesario que llamara a la puerta, pue
ba en el gimnasio. Corro hacía ese rumbo. Al pasar por las dobles puertas, lo primero que escucho fue
o enorme. No pudo conseguirlo, por muy rápida que fuera. Alessio era demasiado fuerte y grande, a compara
xclamo Anto
suelto para luego quit
estás muy cansada, si con energí
el suelo -No seas cobarde
estaba colgada junto con una botella de agua. Su torso lo tenía descubie
la -Somos Mancini, la cobardía no existe en
a antes de llegar a mi la
e cuando ya lo
omo a esta niña -señala con la cabeza en dirección a su
s por qué
ermana, y preferiría que no se arriesgará, pero la niña es ta
cho antes, son Manc
más como mi madre, que como mi padre o cómo yo
alicé la palabra
sentían sobre protectores, de hecho lo eran y no nos exponían co
eguro -¿Has
con la
edó allá afuera
bro en modo afectuoso, como siempre lo hacía y lueg
o era que ellos hacían cosas de hombres cuando pasaban rato juntos, cosas que nosotras éramos incapaces de hacer. Y no me refiero a golpear y asesinar, sino andar de coquetas con chicos. Ese par eran unos di
allido que tuvo antes, porque así lo llamó. Fuimos
teré de la cancelación de mi viaje -No te pueden h
puede hacer nada, solo esperar. Cre
organización, me quieren meter dentro de una jodida burbuja -resopla exasperada cruzándose de brazos -estoy har
r y estallé en una
, te quieres ir a un circo hacerle de chimpancé para entretener al público, sí que estás mal de la ca
l respaldo del asiento y continúe riendo sin parar -Ya, no te burles -se quejó haciendo
emente, todos los que se encontraban en la mansión nos podían
os en el columpio sillón que estaba colgado en una estructura metálica. Colocó su
a semana al internado y yo me quedaré encerrada en mi casa hasta que todo se calm
testo el internado -replico de inmediato -Ojalá mi padre nun
mejor para ti y te quieren proteger
ue... -suspiro -Odio que no
e de la organización. También hay que ponernos en el lugar de ell
minimizar, nada más por ser mujeres -resoplo exasperada -nos creen débiles y por esa razón le quiero demostrar a mi padre que no es así como él cr
rear estrategias, también muy rápida en sus movimientos, lo que le fa
s algún motivo para seguir c
, sentándose para luego girarse y verme -No iré al inter
e tenemos gente vigilándonos, es imposible escapar de los hombres de tu padre y de
n que nos ayude a salir de aquí. Tengo algo a mi favor para usar
es deci
s dedos para referirse a lo "poquito" que utilizará, porque según ella no será un chantaje -Ellos nos van a llevar, Ale y Santi. Bueno, en realidad, los llevaremos con nosot
jear a nadie, a demás de eso mi hermano no estaría de acuerdo con ello por más que usará la técnica d
*
l internado, Anto?
olestar; sin embargo, no lo hizo y c
de comida mientras cortaba el filete jugoso que esta
madrina nos invitaba una vez a la semana. Los viernes o sábados por la noch
s familias hacían una sola, y
con mi vista el lugar, lo primero que veo es la mesa de billar después de ahí me fijo en la bolsa de boxeo que está colgada en el techo en medio del salón y un bar junto a una de las paredes, con sus estantes que estab
algo -le dijo Anto cuando llegó a
o interrumpió su juego, estaba más concentrad
haciéndolo lanzar el control, Anto lo había estado molestando hast
n el respaldo del sofá. Dirigí la mirada hacia Santino, estaba embobado viéndola -L
chándole una mi
bueno, Alessio sabe controlar su impulso contra su hermana, pero Anto, lo dudo
iba a echar para atrás. Mi hermano era muy sobre protector, tanto como Alessi
Iv -me pre
Vegas -se adelantó Anto al respo
ijan sus miradas hacía nosotras cambi
essio -Suficiente tengo con entrenart
serán dos días que estaremos
se levanta del sofá para
perfectamente que no lo iban a querer hace
círselo a Anto, ell
-soltó su amenaza mientras observa sus uñas, como si fuera una conversación normal -¿Qué dirá papi cuando sepa que su
era capaz de ponerle un dedo encima, pero eso no le quita las ganas de asesin
ándola -No te atreverías semejante c
a ver sus uñas, encogió los hombros y agregó -Bueno, ya
de mi mano para llevarme
ho eso -reconvine ya es
ba el derecho de chantajearlo. Su hermano siempre había estado para ella y usar la información que tenía
en como estaba haciendo las cosas. Antonella siempre conseguía lo que quería, a base de caprichos
sé que iba a hacer lo que dijo antes, trate de detenerla para que no lla
encontraba dent
mire caminar hacia el escritorio oscuro
da sobre ella mientras la observaba. Se detuvo en el momento que no logró hacerlo con uno. Alzó una de sus manos y
escucho un "clic" de
ra sí misma, pero
tadillas, nos irá mal -dije en un tono bajo mientras me acerco a ella. Lo q
a abierto el cajón cerrado que estaba bajo llave con un pasador de c
, saco algo del cajón y me
a! - exclam
da mi vida, jamás faltaban en casa, pero era algo
guarde silencio -Y no, no es un arma cualquiera. Es una daga de punta fin
tamente, pero el mango resaltaba un poco por los detalles incrustados que tenía aunque fuera del mismo tono que su pantalón
y con esto nos defende
¿Defendernos de qué
o de escucharla, en ocasiones ella daba terro