o no recordaba nada de lo anterior sucedido. Me levant
trada de la casa, pero curiosamente yo no me ha
radable de lo ayer vivido, pero observando con más pausa aq
stico, había más polvo en el suelo y en los muebles, además habían trozos de cristal por algunas partes
a que por alguna razón ya había percibido en el p
lmente desordenado, la televisión estaba encendida, pero solo emití
s ventanas apareció la silueta de una mujer, parecía desnuda, la piel era pálida, con unos ojos
a esa cosa, ojala no
mo ese mismo ser atravesó corriendo todo el salón, para luego desaparecer po
ás di dos pasos y la radio casi me alcanza, pues alguien la habí
es porque se quemó nuestra casa- dijo
ancias de la casa, además de ensuciarla con hojas, tierra y polvo. Pero no era polv
aba. Rápidamente cerré las ventanas. Pero al cerrarlas todas lo vi otra vez, me refiero al gigante, a veces iluminado por la luz de la
te debajo de una especie de falda, pero no hecha de algodón o de alguna otra tela conocida, parecía ser la unión de unas cuan
ió, miré a todos los lado
dar un poco mis pies pisaron algo plano, me agaché a cogerlo, era
ntraba en total oscuridad, después aparecí