s de que mi vieja lo golpeara durante años. Un día, fuimos a ab
vieja nos hizo verlo muerto y dijo que eso
enes. Quería debutar con ella pero me daba miedo de que tuviera sida, así que sólo nos besábamos, acariciándonos al
toda la plata que podía robarle a mi madre, ella también me descubrió y me molió a g
taba y le dije: vos te venís conmigo. Ella me dio una piña en la cara, me agarró de la oreja y me sacó a la calle a patadas. Sacó un arma de la cartera y me partió la cara, caí al
o de la vía. Esa noche soñé que me perseguía la policía y que había quedado atrapado en medio de la vía, veía venir el tren y me agachaba tirándome al piso, el t
alí un par de veces por mi cuenta pero ninguna mujer me daba bola, además no tenía plata ni para emborracharme. Le dije a Sandra que ya estaba listo para tener sexo, p
la casa llena de armas. Un día me preguntó si me quedaría a cuidarle la casa porque él no iba a estar, le respondí que sí
orriendo hacia el patio y salté por un tapial hacia la cal
Me dieron diez años, me violaron en la cárcel y me contagiaron HIV, enco
en lo que era hoy. Fui a ver a Sandra, entré en su casa y le pregunté si se acordaba de mí, me recordaba y me dijo que siempre
parecido a ella y me quedé viviendo en el barrio diciendo que era