And
asustada y con el corazón en la boca, de la impresión. Camino hasta pegar la oreja en la puerta
bresalto con su tono ronco y apres
Tomo una respiración profunda y pongo la mano en el picaporte; cuando lo giro, la puerta vibra otra vez con el golpe de sus puños. Al abrir, un cuerpo musculoso, ancho y pesado se inclina
lo una camiseta blanca fina cubre su trabajado torso. Su cabello castaño está todo desordenado, como si él mismo u otra persona, hubieran pa
azos cruzados a la altura de mi pecho. Me rejode mucho que
ende en su mirada. Miro mi cuerpo y al instante me arrepiento de no haberme dado cuenta antes. Estoy vestida con mi ropa de do
abrir la boca, dispuesto a d
no puede
nteriormente, pero no
que ser tan sex
z qué diablos haces aquí y, si no es algo imp
te, mirándome con e
e escu
o y con voz la
es que
ro? -Ruedo los ojos, cans
elta un resoplido y d
ca
a? -pregunto, con mis manos cerradas en puños y alzo
go pegado a mí, empujando mi cuerpo hasta que l
egunta, sin rastro
y trato de se
ber venido en tu busca? -insiste, eliminando la dist
cr
e yo quiero. Que no le importan mis malditas reglas -declara, su ceño se prof
me ves no te conoz
o con un tono de voz sugest
segurar los límites que es capaz de soportar. Como si la
a a un lado e intento mantener la actitud más fría que puedo aparentar-.
an por la cintura
a razón de que es
o me in
eres tú -declara y en sus ojos, más que una meta
e demuestra, cuánto realment
poco con todo lo que soy capaz de ver en su mirada-. Si viniste buscando eso, p
a y ronca, una que
uncio
. Decido darle dónde sé
enías problemas
, luego una sonrisa descarad
uedo resolv
placer golpea mi parte baja. Gimo. Y aunque debería empujarlo para salir de sus garras, cuando su boca busca la piel de mi cuello, mi cabeza se inclina hacia atrás y le deja vía libre. Su nariz roza y hace un camino qu
y apenas logro con
, Christian? -No pue
lo de mi habitación cuanto antes, hay mil co
a en el hueco de mi cuello y siento l
Levanta su mano y señala su cabeza-. Pero
, no me mira cuando dic
res perder? -insisto, neces
añía -susurra, mirándome a los ojos una vez
o, con un tono medio div
gura, es sincera. Se queda mirándome fijamente, sus
regunta un minuto después,
no puedo quedarme a esperar que lo averigüe, mucho menos si sie
los ojos-. Cuando sea que lo
ojos otra vez y él está ahí, tan intenso como
dormir
s una broma. Lo más seguro es que sea una prueba de mi aguante
o, para ver si es que mis palabras no han sido lo
cabeza av
ca y a mí, me carcomen las dudas del porqué de su forma tan reser
arte? -replico, medio divertida-
nta un poco la comisura de su
e a mi cuello y aspira con
ante su gesto repentino y
a este hombre», me reclamo, pe
y quítate ese olor a... -declaro, pero no quiero
llega y me provoca mariposas en el estóma
uesto y se la doy. Christian entra al baño y
arse? -susurro. Paso una man
de haber actuado de forma tan posesiva e infantil. Todavía me queda l
forma en que me calificó al lle
y me tapo yo con la mía. No quiero casualidades, aunque la cama es bastante amplia. Es mejor precaver para no
tian y su fals
deja de caer y yo cierro fuertemente los ojos. Aunque sea, puedo fingir que ya estoy dormida. Escucho la puerta del baño abrirse y al instante, mis fosas nasal
a, con voz ron
e verlo me llenan y sin aguantar más, finjo que acaba de
vez que me giro pa
tá él, justo como mi mente calenturienta lo imaginaba. Torso descubierto y húmedo, con el cabello oscuro ch
cuando levanto mi mirada, s
mi cara? -pregunta y lleva sus ma
n medio de la habitación, ensuciando el piso, por
olo en bóxer? -pregunta con su cabez
anas no me faltan de gritarle un rotundo sí y abra
tú, mi ropa
s a tu lógica -res
ante y lo seña
ero no te pue
Cuando pretende quitarse la toalla para vestirse, me tiro a la cama con un m
béc
él apaga la luz y sient
noches
noches,
i respiración. Mientras intento conciliar el sueño