a elegir un hermoso vestido, como siem
ablar de un asunto m
s habla
mucho y siempre quisimos tu bien por enc
sar más en ti. Porque a pe
, pero no tienes idea de
de sus manos que se iban poniendo cada vez m
principio, querida, pero un día lo entenderás
! – respondió Guadalupe
s oficialmente comp
admito que los dos interfieran así en mi destino. No quiero casarme con él ni con nadie más. P
ste anillo que te regaló el día d
y salió corriendo de la casa, ella sabía
fue sin siquiera guiarlo por su sentido del
ado hablaban de las tierras de Le
perfecto para construir un hogar y una familia. –
ero el tema te lo pedí por
opiedad a su nombre. Pero si ha vivido en este humilde ra
uiera prueba de que las tierras son suyas, aún puede reclamar la
tament
toy dispuesto a hacer cualq
piedad y al vender le entre
y que él se quede con la
o? – Cuestiona el m
ntentar quitárselo
a Guadalupe cabalgando sola, esta
piró y sonrió, era tan increíble como su cuerpo
ste? – preg
ía volver sola
ta de que quería segui
e tranquila tras
caballo con mayor velocidad
egunta mirando de arriba abajo, montado en
su propiedad. Calculé mal la distancia
u caballo es un corcel muy recto. –
y obtuve Rayo de sol de mi pa
moso como siempre, no te ves feliz. Tus ojos está
onocemos para discutir ciertos a
edes y debes confiar en mí, a veces desahogarse ayuda con el dolor
.. – No puede conten
os? Dilo y te juro que haré t
casar con
diría que es un buen candidato para su marido por las impresi
abajador. – respondió Guadalupe, a pesar de no amar
aceptarás este destino que se
me voy a casar con
ien? ¿Tiene miedo? – Contuvo la risa, le en
ballo los hacía moverse. Ya podía imaginar l
Dios, ser monja y estoy reuniendo fu
Sería una vida de clausura eterna! – Atílio en ese momento comprendió la raz
ido y tendrán
e un convento. La miré, perdiéndome en sus labios naturalmente rosados y en sus miradas
confirmación de mis sospechas.
ipo de s
amas a es
ipo de sentimiento diferente al que uno debe tener par
nque pudiera, creo que sería difícil
re tu decisión de dar tu vida por ti? – Propone, mira
erdóname, pero todavía no nos conocem
s solo un paseo, te prometo que
o, y caminamos lentamente hacia el río. Estaba sin aliento, es
gar me dio paz y en ese momento realmente la necesitaba, lo sentí jalarme por la cintura, bajándome del c
ra! – Respondió él haciendo todo lo posi
amente por ese lugar que, a juzgar p
– Dice con miedo y pesar por haber
nces te llevaré de vue
edio de la nada, por favor llévame ahora. –
casión perfecta para poseer a esa chica encima de
os aquí solos, así que vayamos a mi casa
gamos de este l
os toques que podía darle y segu
untó Amelia, muy sorp
a antes de hablar demasiado y a
, muy bueno verte de nuevo. – dice, tomand
merienda especial... – A
da? pero
cuando la encontré ya era tarde y si todo salía bie
tocaba su comida y todo el
d y atención, señor Atilio
tema para mantenerl
ano? – Le propone con una sonrisa
no po
rió tími
iscapacidad visual pueden hacer mucha
entamos uno al lado del otro frente al piano. Tomé su p
lo que quieras en esta vi
y sonrió . Llevé su mano nerviosamente fría a mis labios y la besé. E
mientras sonreía por mis av
i corazón se aceleró al imaginar la angustia que podrían estar sinti
por un animal cuando me perdí,
padres deben estar preocupad
co del piano, dese
iempo, te llevaré a casa. Iremos en tu caballo y luego caminar
ola por la cintura, aprovechando todo el ca
olí mi cabello. Atilio me quería como mujer y no sabía
puerta de la casa y comencé a portarme un poco me
rando y por la cara no están muy contento
a aspirante a esposo la b
o el día? ¿Y más aún aferrado a tu cuerpo? –
os hija! – Dice Este
a? – gritó Leonel miran
y ya estoy en casa Atilio, vete en paz y gracias por traerme a salvo. – Lo que menos deseab
e entregué las riendas a su madr
eras... mi casa estará abierta para ti. – dijo A
iendo los celos de aquella persona descalificada, no quería
rápidos acer
i prometida o te acabo! – dice Gabr
y le di mi mensaje solo
tu potra, o pronto me atraparás m
do! – Jad
ra por su padre para agarrarlo,
sus padres, tomé mi sombrero del suelo y me
ueña herida en la boca y
pregunta Amelia, trat
aberle partido toda la cara, Guadalupe solo s
hiciste
aban delante de mí, pero quería saca
abía que Atilio no la deja
levé a
ero
ícil que he tratado de poseer, pero cuando la tenga, haré que cada segundo de rabia que esto