in moverse, observaba a los chicos, tratando de recordar dónde los había visto antes. El a
igiéndose directamente a Kevin, pero manteniéndose en
las asintieron. El dirigió sus ojos a Laura. Sus miradas quedaron cruzadas por unos segundos, como si tratara
encio, oculta detrás de un armario con pinturas sobre él. Escuchó que la puerta se abrió y se quedó inmóvil del susto. Unos segundos después, había un chico frente a ella. Era Kevin Mars. Solo lo había visto de lejos aquellos días y nunca cruzaron palabra. Solo veía como sus primas se le pegaban como garrapatas. El chico alzó el brazo por encima de ella en silencio y, sin quitarle los ojos de encima, tomó una lata de pintura. Aunque ya había logrado su objetivo, aún seguía frente a ella sin dejar de mirarla con esos penetrantes ojos verdes. Con la man
recuerdo, patán. -Él sonrió con picardía y cinis
llara. Él sonrió-. Eres la chica que vino con los Gutiérrez en a
ontestó Jimena. En ese momen
ién vine a una reun
-contestó Claudia-. Eres el p
vocas -sonrió y
Kevin a Laura sin aún quitar su mirada sobre ella. Ya ella s
nto -respondió en forma de advertencia. Las hermanas se que