a. Había dormido bien, pero soñé con Andrew. No podía entender cómo era pos
nvitación solo para verme. Sabía que eso era prácticamente imposible. No podía entender lo que ese hombre me hizo... desde que era solo un niño. ¿Era posible que alguien me gustara todo el tiempo? Me reí para mis adentros... Estaba siendo aún más tonto ahora. Estaba seguro de que cuando mirara a Andrew, s
unos vaqueros rotos, que favorecen mi cuerpo, y una blusa sencilla y entallada. Me puse una chaqueta y en mis pies una bota corta. Las carreras de autos eran un lugar en el que solía vestirme para estar cómodo. Dejé mi cabello suelto
ro de si responder o no. Entonces me di cuenta de que no había razón para no r
- Escuché su voz al o
os día
encer a tu
e reí. – Sabes que
én se van a presentar. Me parece un poco injus
cia, Gael. Cualqu
undo lugar. Después de todo, todo Alpemburg sabe q
D'Auvergne Bretonne n
ia es
Sabes que soy
de acuerd
ue soy mejor, Gael.
e enojarse, hermosa.
tonces te
r. Quiero escuchar tu
.. - "Espere un
ue el mejor y nadie le quitó la copa. Pero pensándolo bien, Gael tenía razón. Fue un poco injusto que los Chevaliers compitieran en Alpemburg.
ombre del padre más hermoso y perfecto del mundo entero: Estevan DB Por lo general, cuando subía al podio, me llamaba llevarse la copa con él, u otro tipo de premio recibido. Y las flores siempre me las regalaban, incluso cuando mis hermanas estaban presentes. Y
a reina. Pensó que era uno de los eventos más aburridos a los que tenía que asistir. Pero cuando corría, en nuestra ruta que mi padre tomó para nosot
al que nos llevaría, Pauli
Lis
e que no es
i madre. – Debería usar lápiz labial roj
cias
r a Andrew. Yo apuesto. –
ije ya arrepintiéndom
do hablar de esto con
o conmigo para que la publique? Lo i
Mamá era
amente y se cruzó de
ivilegios. Entonces será el último de todo. Entonces, cuando no fui la primera porque era la princesa, fui la última porque era solo una estudiante de secundaria, con los mismos derechos y deberes que todos los demás. Ni siquiera me dieron la oportunidad de demostrar que no era una mala persona. Y esto ha sido así desde la escuela primaria. Nunca me quejé con mis padres al respecto. Sabía que tenían problemas mucho más grandes que ayudarme a encajar en la escuela secundaria. Y sabía que era temporal. Tarde o temprano terminaría mis estudios y nunca volvería allí, ni volvería a ver a esa gente. Lo que encontré interesante es que yo no les caía bien,
a nosotros. Busqué a los Chevaliers, pero no los vi. Mi corazón ya latía tan fuerte que era como si estuviera a pun
tán tu madr
n la prensa.
eguntó Aimê, ya posicionada, sonriend
itaba estar tan expuesta como Pauline y no quería la fama, como mi hermana pequeña. Su hermano, el futuro rey, que apareció en los medios y mi padre, hasta ese momento, nunca había tomado una foto que pudiera exponerlo. No se encontraron con su rostro hasta que mi tío
siempre. Y todos en Alpemburg simpatizaban mucho con la reina y el rey. Sin embargo, hubo resistencia a que Pauline D'Auver
on el gran flujo de personas en el punto de partida. Me río de mí mis
y dije: "No sabía que los hombres también tienen mariposas". Me devolvió lo siguiente: "La primera vez que sentí mariposas en el estómago fue cuando vi a tu madre, sentada en una acera, con los ojos en los míos". Encontré eso tan lindo. Y agregó: "Cuando lo sientas, sabrás que esta es la persona con la que querrás pasar el resto de tus días". Así que esperaba algún día co
ores fue uno de los sonidos que más me gustó en mi vida. Esa mañana fue agr
taba corriendo, lo cual sucedía a menudo. Mi papá exigía boletos a mitad de precio para que quien quisiera pudiera tener
o falso que un piloto real. Pero me di cuenta de que era hábil al ver la forma en que conducía. En la última vuelta, por supuesto, ya no estaba sentado... Estaba de pie, casi dentro
a, papá!
mburg ante Andrew Chevalier, el chico de Noriah South, príncip
cidad. Seguramente mi padre estaría devastado, a pesar de que sa
esto? – me pregunt
á. Puse mi brazo alre
podio? Quier
r
vamos, me rob
odio? Ella tomó las
el humor de tu padre se
podio. Ya no sentía tanta curiosidad por Andrew...
ejor que en mis sueños. Estaba con mi papá y Henry, quien creo que obtuvo el tercer lugar porque también estaba en el podio. Henry había cambiado poco de lo que recordaba de él. Seguía luciendo como el niño de ocho años atrás,
sentirlo con él. La sangre parecía hervir dentro de mí y mis piernas temblaban ferozmente, casi impidiéndome caminar. Así que me detuve, antes de derretirme como un
o, apoyándome sobre su c
a porque se te está corrien
eando y tratando de tomar
mpongas antes de que te
. - Enfoqué mi m
cibió el collar de flores, que siempr
con los Chevaliers en broma. Tan pronto como la prensa se quitó del camino,
ó a dolerme más y más y mis temblores regres
son sus primos
do. Eran ligeramente piel de gallina, lo que lo hacía aún más perfecto. Tenía el pelo claro, pero no demasiado rubio. Los ojos eran color avellana, muy parecidos a
cortésmente. Cuando v
Andrew, su prima. No sé
omó mi mano y me dio un beso prolongado en
a, es