as, por lo que deduzco que mi marido aún no llega, lanzo un suspiro y en cuanto abro la puerta del dormitorio me qui
dable aroma que inunda el baño. Cuando siento que comienzo a tener un poco de frío salgo de la tina y me doy una ligera ducha, una vez que termino me pongo una bata y enredo una toalla e
a persona que aún se mantiene oculta, se mueve un poco y cuando la l
es de temer -susurra el
y no debe tardar en subir, le
e he tenido vigilada desde hace días y sé que tu esposo aún no llega, por lo que esta
e de un momento a otro abandonará mi pecho, intento apartarlo de mí empujándolo de sus hombros, pero me es imposible debi
lso se acelera cuando me llama por mi nombre y un miedo irracional inund
o caiga en cascada, enreda sus dedos y jala de ellos hacia atrás dándose él mismo, acceso a mi cuello. Su lengua traza un lento recorrido hasta mi clavícula, después abre mi bata y su mirada
así que me declaro adicto a ti y eso
ándome por la cama, sin embargo, sus manos me toman por los tobillos y me llevan hasta el centro sin e
además mi esposo no tarda en llegar
aso a la fuerza en mi cavidad, solo se separa unos instantes para recobrar el aliento y continúa besánd
iento que sus dedos rozan mi intimidad me estremezco y dejo escapar un ligero jadeo. Abandona mis labios y estos se sienten extraños
empujo por los hombros haciendo que casi caiga de espaldas, pero es tan hábil que en un rápido movimiento me tiene inmovilizada contr
elia, porque te irá peor,
s lágrimas se niegan a abandonar mis ojos y más aún cuando siento sus tibios labios sobre el nacimiento de mis senos descendiendo lentamente hast
de ellos, su mano vuelve a bajar por mi vientre y se posa en mi intimidad donde acaricia con delicadeza mi clít
samente que mis caderas se mueven en busca de profundizar un poco más, cuando agrega otro dedo a mi dulce tortura mis gemi
o exploto de placer aún con sus dedos dentro de mí, los retira ante mi atenta mirada y se los l
a de tu cuerpo, ¡eres lo más delicioso que he probado! -baja sus dedos y p
elta mis manos que había mantenido sobre mi cabeza y con un movimiento rápido se deshace de su pantalón y su ropa interior, al instante puedo ver como s
irle que me haga suya cuanto antes, luego sin más invitación me toma por el muslo izquierdo, lo levanta lo suficiente y me embiste de u
ársela, dejando a la vista su bien trabajado cuerpo, recorro su pecho y brazos con dedos temblorosos, tocando
momento y nos viera follando como conejos
verlo a la cara -res
mientras bajo una de mis manos hasta mi clítoris y lo masajeo en un intento por sentir mayor placer; él dirige su vista hasta nuestras intimidades que se unen como
siento que mis paredes se contraen sobre su miembro mi grito rompe el silencio de la noche, mi cuerpo cae sin fuerza sobre la cama disfrutando de los últimos espasmos que me sacuden, por un momento pienso q
? -pregunto aun con l
a follar frente a la ventana, hasta que ambos
lguien podría vernos -balbu
, así que puedes gritar todo lo que quieras, los únicos testigos de
ra mis piernas las cuales aún siento débiles, gira mi rostro y me da un beso voraz al tiempo que me embiste sin perder tiempo, mi gemido queda ahog
ío contacto, pero aliviando un poco ese calor abrasador que recorre mi cuerpo a cada segundo, durante algunos minutos nuestros gemidos sol
y siento como los separa en un intento por llegar más profundo, mi cuerpo se estremece cuando su miembro golpea mi útero en repetidas ocasiones, al mismo tiempo mis brazos se sep
o un orgasmo tan abrumador que mis piernas flaquean y por unos segundos temo caer el piso, sin embargo, sus fuertes manos me sostiene por la cintura y sin darme un descanso continúa con sus hábiles movimientos hasta que muerde
egunta mientras aún p
versario de bodas, ¡te amo Adam! -le conf
eva hasta la otomana que se encuentra a unos cuantos pasos de la ventana, me deja sobre su
, solo asiente, me da un beso cargado de pasión y amor, para después cargarme al estilo princesa hasta el baño, me ayuda a enjabonar todo mi cuerpo que aún se
corto y me acomodo en su pecho al tiempo q
a para el próximo año? -p
ré saber cariño. -Doy un leve asentimiento de cabeza y