tenía una bolsita aferrada al vientre, ¿cómo era tan complejo p
e lograrán es que Fred se sienta menos querido. No tiene amigos, nunca los ha tenido, sólo estamo
as eso ni s
ientras sentía los ojo
uficiente? Te sacó de un ambiente de mierda y de vivir con los estigmas q
gu
e, pero ha preferido hablar de su maldito compromiso antes que preguntar respecto a la semana de escuela
ió porque sabía
redones favoritos, los que tenían muchos colores. Me senté a su lado de la cama y
soportarlo. Pero ¿qué podía hacer? Mi niñ
a que apenas llevaba una semana guardando sagradamente el secreto con mis amigas y que, además, ya h
ya debía ten
de mí, saltando má
eño y lo qu
z estás! -le dije mientras
a y yo le ayudé para que no fuera a ca
gorrito de lana y pompón-. ¿P
é extr
a aumentado el a
ayne que tú cocinas muy rico y prometí que le daría almuerzo, p
hó y mis ojos se ll
e de una amiga? ¿
? -inquirí, presa
arbilla en mi mano empuñada,
migos, como yo, ¡y le ha encantado mi botón! -exclamó, levantá
pecho, sin poder cree
ño! Y dime, ¿todos estos
bebía el vaso de l
ué niña tan linda!, pensé, imaginando lo bien educada que debía s
o, Fred. ¿Lo ves? Te dije que
-y nos iremos después a la biblioteca a
ás de emoción. En cualquier m
adre orgullosa y me di cuenta que faltaba
pillarte los dientes, yo prepararé un
movimiento, para luego correr
devolvió el gesto tras la ventana del autob
escribiendo, vi que venía el cartero,
vida la m
l hombre, dejando las que debían ser
que hablar con la feliz pareja, pero ellos ya habían entr
¡Hola! -sa
o pudo ver el gesto de agobio
que Fred ya se haya ido a la
ver a Fred -r
ersonalmente a
cipal salían sus nombres de pila junto a un corazón
se los romp
bonita -murmuré