bajé un poco el cristal del coche y al fin pude ver como caía el avión de mi e
escaleras, pero la impaciencia de verle fue tan
an rápido?-preguntó aso
gún problema? -respondí
is manos en la cintura, y esperé hasta que salió de su es
¿Tú qué haces aquí? -dijo
nir a buscarte -comenté, mientras pegaba mi cabeza en su
estar aquí.
del ojo, antes de que me echara la regañ
a a pasar nada malo, además estaba
er que acatara las normas demasiado bien. Sin dejar de pensar
reconozco que me costó un poco ll
e tienes en ascuas -cont
. como de
ara tranquilizarme, pero mis prisas por escuchar lo que te
ndas por la cintura, y giró sobre sí mi
ria, ¡gracias a ti! Si no te hubieses puesto en contacto, c
nto para poder juguetear con su lengua en mi boc
abía que te iría bien per
s, y el siguiente mes comenzarán a trabajar con nosotros -comentaba, mientras m
z más, abrazándome a su cu
está noche lo celebraremos todos junt
ándole las llaves y echando a
yo -sentenció corriendo por detrá
ontesté, subiendo al coche la
hacer la compra, pero como no estaba en casa, no se enteraba de que en realid
ento no podía dejar de ver su carita de di
re coges mi Lamborghini
gusta, es descapotable, me desp
sa que me has puesto en toda tu vida, cierra
demás... ¿Sabes que se te va a estropear, de estar para
ón que te puse, antes de que te
na que con la llave entre mis manos, antes de poner en
l ver que me estaba desabroch
tu bebé -le d
das sobre él, en el otro asiento. No era un coche con mucho espacio, pero al ser t
el salpicadero -comentó, llevando sus manos
a ropa, y quedarme desnuda dentro del coche -le dije, besan
él solo, muy nervioso con la voz entrecortada,
citantes de nuestro reencuentro, podía sentir su entrepierna muy cerca de la mía. Cuando empecé a jadear, Yurik encontró la llave y sacó la mano, me empujó hacia el lado, y s
arició el salpicadero y be
sorprenderme». Pensé para mí, sonrien
la llave en el contacto y arrancar el coche. Cuando
tán los crist
antes de que mi cara se pusi
en ti un
que has hecho en mi coche? -preguntó, creo que imagin
inar la pregunta, al ver
dió enseguida pasando la mano por su cara para terminar de aclarar sus
en el avión -dijo antes mientras guardaba el teléfono-. Ve por el anda, a
le un beso enorme y sonoro en la cara para
rik no me quitara las llaves del coche, debí de haberlo
esperando fuera del avión
o quedó encim
tenga un buen día -le dije, exte
suyo, solo podía apreciar el humo espeso que salía del aparcamiento, y trozos de chapa cayendo del cielo. Con el cuerpo aún tembloroso, me quité a Dimitry de encima, me levanté como pude y di algunos tras
do me rodeaba, no podía escuchar lo que de
ue vi el volante del coche rodar cerca de mis p
grité, al fijar mi vista detenidamente en el apa
aespaldas de Yurik me rodearon, y me separaron tan rápido de las llamas como pudieron. Gracias a
rme de aquel lugar. Unas lenguas enormes de fuego, devoraron
entender que mi futuro había cambiado de la noche a la mañana. Con el paso
nte en ese momento, Yurik se había encargado de dejar lo suficiente para que nosotros pudiéramos sobreviv